Personajes de Nantes I

Toda ciudad tiene sus Personajes con P mayúscula, esos que no salen en las guías y sin embargo son lo más idiosincrático del lugar que visitamos. El problema es que, siendo exposiciones itinerantes, son difíciles de visitar. Pero todo el que lleve unos meses en cualquier sitio ya ha oído hablar de ellos. En lo que respecta a tu ciudad natal, siempre tienes algún amigo que tiene un familiar que les conoce personalmente por X o Y. Todos los vallisoletanos y adoptados conocemos al de "La puerta de Alcalá", famoso motorista que promociona(ba) el uso del casco a golpe de "ahí está, ahí está..." durante décadas, y digo décadas, siempre equivocándose en noséqué estrofa, que tiene narices que nadie le haya corregido en todo este tiempo. También estaba aquel pintor que se paseaba con sus cuadros (mirando hacia afuera para que pudiéramos contemplarlos) vestido a la última moda... del siglo pasado. Y, por supuesto, Marathon Man, que perseguía a los autobuses por todo el Paseo Zorrilla, una de las calles más largas de España (creo que ese ya no está entre nosotros). Mención especial al inventor del Air Guitar, aquel quinqui ochentero que iba como de heavy con sus auriculares añejos y sus greñas y su de-repente-me-marco-un-solo-para-que-la-espera-del-semáforo-se-te-haga-menos-aburrida-y-si-eso-pego-un-alarido-pero-cada-día-más-gente-se-da-cuenta-de-que-llevo-el-walkman-apagado. Habrá otros que ahora no recuerdo así que podéis darle uso a la sección de comentarios.

Bueno, en Nantes no conozco a tantos y sobre todo no me sé al dedillo sus historias (aún). No será por falta de colgaos, tiraos o majaras varios, pero es que aquí el patrón es más repetitivo, o bien las particularidades no son tan reseñables y consiguen disimular lo suficiente como para insertarse socialmente (aunque en el Café hemos desenmascarado a más de uno y de una). Además dentro de poco ya no me acompañará el Imán de Personajes y Situaciones Tremendas, ya que vuelve a su Extremadura natal.

Dicho lo cual, hoy os presento al Artista de la Corte Real, que nos obsequia cada poco con un retablo en la Place Royale inspirado en algún artista viejuno. La verdad es que la tiza de color aguanta más de lo que uno creería teniendo en cuenta que es la zona más pisada de Nantes y que a veces aquí también llueve.