30 de agosto de 2008

"El orden también está bien"
Fanerem, 28 de agosto de 2008

7 de agosto de 2008


Generación Nui

Tras la X (nacidos a finales de los 70) y la Y (nacidos a mediados de los 80), llega ¡La generación Nui! Hasta Faemino y Cansado han dicho "por fin": todo el mundo tiene la sensación de que se ha producido el relevo bueno en el humor español, tras la larga travesía del desierto que supusieron los Morancos, Cruz y Raya o todas esas series por las que llegaríamos a legitimar la cadena perpetua a los terroristas del guión. El programa es tan bueno y tiene tanto éxito que ha enmascarado la absoluta defenestración que ha sufrido La 2 desde el apocalíptico ERE (que también se llevó por delante a media Radio 3).
Esta gente estudió Bellas Artes en Cuenca, facultad reputada por sus excentricidades, y si no vean lo que sale de ahí, y luego montaron La Hora Chanante en la televisión de pago, donde se labraron el culto del que hoy gozan. Tras la fallida importación de Vaya Semanita (etb) a Made in China (la 2), la cadena pública ha dado en el clavo, porque el nuevo formato muchachada supera al chanante con creces, al menos lo que yo he comparado.
El programa, como dicen, ha sabido escapar a tiempo de la losa montypythoniana que podía caerle encima. Tiene sus altibajos, claro: la mejor sección, de entre lo que he visto, es la de Celebrities, una parodia de las entrevistas cool (con cámara mareante, cotidianeidad terrible y montaje absurdo, vaya) a celebridades de todo pelo, desde Hulk Hogan a Lars Von Trier, mi preferida.
El personaje favorito de todo tunante es sin duda Enjuto Mojamuto: el ya mítico peor día de su vida (con su versión friki), su visión de Matrix, sus grandes momentos, su agenda, su Internet Explorer, su Linux, su supervivencia ... es gracioso hasta cuando promociona, o se droga para cantar .
Mención especial a la cinta VHS, que lo borda en sus encuentros con el Walkman o el Spectrum, y al aparejador mtv. Se emite los miércoles por la noche, ya existe un DVD, se pueden ver los vídeos en su web, se puede descargar vía p2p...

4 de agosto de 2008

PAN Y JUEGOS
Puede haber una relación intrínseca entre la democracia y los juegos olímpicos. No parece casual el resurgimiento de estos en la era moderna. Algunos tenderán a pensar: "Claro, la bonanza democrática ha propiciado la vuelta de los juegos, así como su internacionalización", pero los tunantes sabemos que no es así. Que los decisores decidieron que bueno, que vale, que vamos a tener democracia, pero sin pasarse: necesitamos algo que reduzca la efusividad participativa de los legos. "Pan". No, de eso ya tienen. "Mierda, ¿Qué entonces?"
Dirán ustedes: "¿¡Pero si nos contaba ayer que la cortina de humo no era el fútbol y blablabla!?" Ciertamente, la cosa se complica: aquí la niebla la pone China. Corrijo: el tratamiento mediático de los estandartes de la comunicación occidental hacia este país y su corte de mangas para con los derechos humanos. Vamos, que se habla de la falta de libertades en China para que nos olvidemos un poco de toda la situación económica mundial, nada menos. Pero lo más perverso es que terminamos pensando en los juegos como algo importante, que trasciende el mundo del deporte espectáculo para instalarse con sorna en el de la cultura de masas. Y, en consecuencia, ni siquiera somos conscientes del proceso de alienación. No me digan que no roza lo prodigioso. Por eso el comunismo era tan peor que el capitalismo: no eran capaces de ocultar los mecanismos de dominación.
Un día habrá que estudiar la relación intrínseca que existe entre la pujanza económica de un país y los resultados de sus deportistas profesionales. Porque ahí hay gato encerrado, no me jodan. A ver si los americanos, y ahora nosotros, somos una raza superior con unos genes para la fórmula 1 o el tenis.
A ver cuántas medallas consigue nuestra gloriosa Nación. Porque esa es otra. El circo sirve hoy, más que entonces, para recordarnos que somos españoles y no cualquier otra chorrada de medio pelo. No se engañe: usted no va a seguir los juegos por TVE, usted va a ver cómo la élite de la ciudadanía española mea el territorio para que los embajadores de otras tribus reconozcan que su dominación sobre ellos viene dictada de arriba (por la mano invisible: nuestros impuestos y los patrocinios de marca, que es de lo que viven -subvenciones- y de lo que se enriquecen -imagen- los deportistas de élite). Somos españoles, y por eso nos preocupa el Santander en Venezuela o Repsol en Bolivia. Porque en el fondo cada vez que un empresario español no aumenta sus beneficios, nuestro orgullo se lleva una hostia.
La Géode de la Villete, al noreste de París.
En la mezquita.