29 de junio de 2011

Chilled Records y los exorcismos azules



Un disco imprevisto que situaremos en el off del off del catálogo: todo lo fuera que se pueda, copón. Compuesto exclusivamente por canciones aparecidas este año. Creo que por fin le he encontrado un sentido, o una misión, a mi sello discográfico. Esta.

La fête du cinéma o la vida por 3€

Gerry (2002) es la primera y más arriesgada de las películas de la trilogía experimental (la mal llamada trilogía de la muerte) del irregular Gus Van Sant (tremendo en Paranoid Park, decepcionante en las más famosas) y por eso la que más pasó desapercibida. Tampoco ayudó que la siguiente ganara la Palma de Oro en Cannes (Elephant, 2003) o que la tercera tratara sobre los últimos días de Kurt Cobain (sí, ya saben, esa película sobre Nirvana en la que ninguna de las canciones es de Nirvana, aunque Sonic Youth no andan lejos): Last Days (2005). Pues Gerry es un bombazo, planos secuencia de diez minutos, algunos casi estáticos, ausencia casi total de diálogos, Arvo Pärt por un tubo... enfin que esto en el cine te causa una fuerte impresión. Quizás esta descripción no sea muy tentadora, pero créanme, te marca. Con esta película me convierto definitivamente a la causa vansantiana. In Gus we trust.

The tree of life, supuestamente pretenciosa y decepcionante flamante ganadora del Cannes de este año, es una de las grandes películas que se han estrenado esta temporada. Estamos hablando del que se considera el director americano vivo más interesante (me abstendré de pronunciarme porque me vienen a la cabeza los Coen o Woody Allen así al vuelo). El señor aquel que se tiró 20 años sin hacer una película y volvió con esa gloria que es Thin red line (acusada, de nuevo, de ridícula pretenciosidad en su día) y que ahora "sólo" tarda entre 5 y 7 años en hacer sus películas. Terrence Malick es el director que mejor ha filmado los árboles en toda la historia del cine: los contrapicados de La delgada línea roja (1998), los bosques del Nuevo Mundo (2006) y ahora las muy vivas arboledas de los suburbios (2011). Todos y cada uno de los planos de la película son perfectos, todo es precioso y ya sólo por las imágenes como tales, merece la pena verlo en un cine. Da la sensación de que, plásticamente hablando, esta película alcanza la perfección. Y es ahí donde sí hay que compararla con 2001 de Kubrick (y no en el discurso metafísico que supuestamente comparten como tanto hemos leído estos días), a la que probablemente supera en ese apartado, y miren que me duele reconocerlo. No es casualidad que Douglas Trumbull esté detrás del apartado visual: se trata del mejor director de efectos especiales de la historia del cine: empezó precisamente con 2001 (1968), pero también destacan los de Encuentros en la tercera fase (1977) y sobretodo Blade Runner (1982), que era hasta hoy su última producción (otro que ha vuelto tras décadas retirado). Y el tío sigue sin pasarse a los efectos digitales, oiga.

Y la agradable sorpresa ha venido del que ya no esperábamos gran cosa: Woody Allen arremete contra sus últimas películas y se saca de la manga una reflexión ingeniosa con varias capas de lectura gracias a un dispositivo que en el cine de ciencia-ficción es absolutamente estándar. Midnight in Paris (2011) apuntaba a truño tipo Vicky Cristina Barcelona, con un París de postal y momificado, enésima reinterpretación de las obsoletas y ruborizantes obsesiones recientes del neoyorquino (arte versus vivencia, romanticismo y pasión vs frialdad intelectual, Europa vs América, libertad vs tradición, etc.) y resulta que no, que es su mejor película desde Match Point (2005), a la que probablemente supera: por lo tanto para encontrar alguna que sea mejor que la que nos ocupa ya hay que bajar a los tiempos de, agárrense, Poderosa Afrodita (1995) que como todos sabemos sirvió de modelo a tantas malas fotocopias que ha producido desde entonces, especialmente desde que los europeos le pagamos las películas. Pues bien, aquí el colega se ríe de la museificación que siempre atenaza a la capital de Francia (véase el affaire Amélie Poulain con ese París años 50 trasladado falsamente a 2001) y de la gente que siente nostalgia por épocas que no ha vivido y que obviamente las idealiza por reacción a lo difícil que les resulta encajar en su propia época (aquí cada uno estaremos pensando en alguien, pero es evidente que a todos nos sucede en parte). A esto me refería con que va contra su cinematografía reciente, donde se nos presenta una concepción del mundo que ya no existe ni en la burguesía (especialmente sangrante el caso V.C.B.). El final es un poco flojillo porque dan explicaciones innecesarias (seguro que llegó Roures y le dijo que tenía que terminar con una explicación para tontitos) y para cuando Owen Wilson (sorprende lo bien que encaja este actor en el universo alleniano) nos hace su discursito moralizador, nosotros ya estábamos flipando con todo lo que nos dice Allen con una aparentemente sencilla comedia. Vamos, lo que siempre hizo, pero esta vez como en sus mejores tiempos.

25 de junio de 2011

Hablando de influir...

Los primeros escalofríos pucelanos empiezan desde el 17 de mayo con este vídeo tremendo que da la vuelta a España y que ya os había enlazado por ahí. El 25 de mayo aparece esta otra maravilla (y termina referenciada en varios periódicos europeos) de la que os hablé en esta entrada del blog, en la que rogaba que esta gente hiciera uno con el grupo más cinematográfico del panorama actual y quizás mi banda favorita (Sigur Rós, ver #56). Y, con motivo de la macromanifestación del 19-J, me han hecho caso! Bueno, quizás sea simple confluencia casual de gustos relativamente uniformizados, pero quiero casarme con ese tal Alex Hernández. Gracias!

24 de junio de 2011

Influir en la gente

Las influencias vienen de todas partes y van a todas partes, pero rara vez se es plenamente consciente de su peso específico, ya que el influido no suele reconocerlo (en ocasiones ni para sí mismo). Que vengan de Belorado, Irlanda, Valladolid o Villanueva de la Serena, y vayan a Sopeña, Pucela o Nicaragua, el hecho es que circulan y es de lo mejor que puede haber en las relaciones sociales. Algún día regresaré de verdad al ermitañismo que caracterizó mi erasmus en esta misma ciudad, pero mientras tanto, oiga, que nos quiten lo bailao.

21 de junio de 2011

21-J: te debo un baile...

Aquí os dejo, con motivo del día de la música, tres nuevos recopilatorios off de indie patrio para la edición 2011 del Festival de Cine Español de Nantes. El más digno es claramente ...y no una explicación, porque no meto canciones de otras compilaciones más oficiales y serias de Chilled Records. Esta repetición se da en los otros dos (174 mb): el de folk-pop es básicamente un refrito de las canciones españolas de folclore pirenaico y de remember, rembember... con algún añadido sorprendente y el del resumen 2010 2011 concentra las canciones nacionales presentes en la triada de la muerte que forman our nature is not a trap y señora de las alturas / señora de mis abismos.

Aquí os dejo y recomiendo Satellites de Sexy Sadie (1998), una buena canción de nivel medio muy representativa del sonido del indie español de los 90 (presente en el recopilatorio ...y no una explicación) para meterle un zas en toda la boca a todos los que denostan aquella época (los grupos nuevos y también los popes y supervivientes de aquella década, ahora reconvertidos en -brillantes- actualizadores del cancionero popular de sus regiones respectivas). El argumento suele ser que había mucho seguidismo de lo anglosajón y poco profesionalismo y que por eso no cuajó (tesis ampliamente radiada por el que ya es el mejor programa de música de la historia de la televisión española, cosa que desgraciadamente tampoco es tanto decir).
La Fiesta de la Música, ayer en Nantes. Gracias, Onieva.

Esta es una autocrítica excesiva. Bien es cierto que cada grupo podía asimilarse a otro muy concreto inmediatamente previo y británico, pero se cantaba en inglés y se hacía esa música porque era lo que habían mamado esos grupos, ante la imposibilidad de identificarse con el cutrerío reinante en la música popular española de los 80 y 90. También hay que decir que aún hoy no son pocos los seguidistas de tendencias anglosajonas (Nadadora con los Pains más shoegazeros, Nudozurdo fotocopiando a Interpol), aunque nos alegra la relativa originalidad de las propuestas que más triunfan (El Guincho, Delorean) y sobretodo contemplar como se multiplican los grupos con un sonido que no podría venir de otro lugar, como La Bien Querida o Los Planetas. Y si no triunfaron los de los 90 fue porque, retomando las recientes declaraciones de Astrud, los grupos no aceptaban hacerle publicidad a Telefónica tocando en espacios movistar. Aunque alguno hizo cosas peores.

18 de junio de 2011

Lluvia de hachas en el Hellfest

Ayer me colaron en el segundo festival de metal más importante del mundo, que se celebra a 20 km de Nantes. Todo el mundo vestido de negro, mucho merchandising (me faltó la foto de los heavies yendo de rebajas) y organización a la francesa (ver un "point eau" en un festival de metal no tiene precio), puestos de comida para aburrir (uno de carne argentina a la brasa), mucho español suelto (hay buses desde toda España), alguna sudadera de Los Suaves, puestos de venta de amplis y zapatillas (de guitarra) con demostraciones bastante espectaculares en directo... enfin, un paraíso terrenal para los frikis del heavy.
Quizás lo más curioso fuera ver en el escenario principal (doble, como se ve en la foto, para que no haya pausas de un concierto a otro) a un grupo de hardcore japonés. Aunque también tiene su punto contemplar lo viejos que han quedado The Cult o Iggy & The Stooges (con todos mis respetos, el I wanna be your dog queda fuera de lugar en un festival durillo) o lo cutre que resulta un Rob Zombie entregado a la causa MTV soltándonos un "are you ready for partying?" como si fuera Hannah Montana. Sin duda lo más llamativo es el contraste del tranquilo, medieval y renacentista pueblo de Clisson (6.000 habitantes) con los 72.000 compañeros del metal (está ya muy cerca de superar al Wacken alemán y convertirse pues en la cuna mundial del satanismo...) que deambulan, como puede verse en la foto, junto al viñedo nantés (Muscadet).


10 de junio de 2011

Mientras, en España...

La autoridad haciendo el ridículo neverending...