Primera vez (pero quizás no la última) que hacemos un recopilatorio de lo mejor del año que no es sobre el anterior, sino sobre 1994, año en que, gracias al unplugged de Nirvana (debidamente representado), empezamos a escuchar buena música de forma atenta. Pero, sobre todo, este disco nace para rememorar el año de nacimiento del titular.
Hemos ordenado por bloques y géneros, comenzando por las músicas del mundo (sic) de esos renovadores del fado que fueron Madredeus, a quienes acompañan los outsiders locos de Hedningarna, colectivo sueco-finés de folk-rock que creaba sus propios instrumentos. Le sigue una colección de hits de indie americano (es decir, por entonces, pop: Weezer, Beck...) y de britpop (Oasis y Blur con algunas de sus mejores canciones menos conocidas) hasta que pasamos al dramón de Jeff Buckley y Portishead. Sigue del rock alternativo que lo petaba por entonces (Soundgarden, Green Day) y regresa el indie americano, este ya más guitarrero (Dinosaur Jr., Pavement), que nos pone en bandeja a sus imitadores patrios Los Planetas (debutaron ese año en largo), para cerrar muy melancólicamente con uno de los mejores grupos que ha dado San Sebastián: Le Mans. El cierre real lo pone una pequeña trampa porque la canción que da título al disco se publicó unos meses antes de comenzar 1994.