Canada es un estudio conocido principalmente por sus videoclips. Se labraron un nombre cuando todavía se llamaban Les Nouveaux Auteurs. Llevan ya un tiempo sorprendiendo por sus hallazgos visuales, habitualmente presentados con una estética tardosetetentera. Uno se debate entre la admiración y la mofa, pues al final reproducen, con un barniz artístico eso sí, alguno de los clichés del videoclip MTV de toda la vida, como lo de las chicas monas ligeras de ropa y las poses provocadoras. Ahora bien, los vídeos ahí están, y bueno, sin llegar al grado de renovación que supuso la irrupción de La Blogothèque y sus ya míticos conciertos para llevar (que gustaron tanto a Mogwai, R.E.M., Arcade Fire y Sigur Rós que les encargaron sendas películas), en sólo tres años se han asentado como los mejores realizadores musicales que hay en España. El éxito de algún vídeo en concreto, como el de El Guincho, les ha abierto puertas internacionales. Este mismo año se ha hablado mucho del vídeo para Battles. Otro de los más curiosos sería el que rodaron con La Bien Querida (vuelve la Semana Santa!). También es muy bonito el de Hola A Todo El Mundo. Han trabajo con muchas otras de las glorias del indie patrio, pero la colaboración más extendida en el tiempo se ha dado, como no, con Los Planetas. Pinchen, pinchen.
27 de septiembre de 2011
23 de septiembre de 2011
Merchandising de Chilled Records
Ya tenemos cartera oficial! Además está hecha completamente a mano por un geek del blues y de los autómatas, que por lo que vemos también saber coser. No podía ser otra que una cinta de cassette (ya saben, aquella miniaturización de los enormes rollos de antaño) que a día de hoy sigue siendo el formato rey de nuestros recopilatorios (en cuanto a número de ellos y también de corazón). Se suma pues a nuestra creciente colección de objetos irreproducibles (bueno, salvo el logotipo oficial) por únicos. Gracias!
21 de septiembre de 2011
19 de septiembre de 2011
16 de septiembre de 2011
Más conciertos en la Laboral
Nacho Vegas interprentando la mejor canción que se va a publicar en España en 2011 |
Sr. Chinarro: Quiromántico |
La Universidad de Franco |
Dr. Explosión: abajo el estéreo |
15 de septiembre de 2011
El mundo que desaparece
Lo que está pasando con las Cajas de Ahorro en España es una de las tres o cuatro cosas más graves en los últimos años y pocos parecen haber tomado la dimensión real de unas nefastas consecuencias difíciles de medir en el tiempo.
Veamos, las Cajas se diferencian de los Bancos en dos aspectos esenciales: están sometidas, al menos parcialmente, al control político y obligadas a revertir parte de sus beneficios en la Obra Social (dar dinero para cultura, acciones sociales, etc. o colaborar con gentes dedicadas a hacer el Bien). Obviamente algunas pervienten este concepto para su propio beneficio (notorías las hipocresías de La Caixa o Caja Madrid) y a todas les da una imagen y una publicidad que al final les sale barata, pero el concepto ahí está, que no es poco en los tiempos liberales que corren.
El affaire de las fusiones es un caso de libro de manipulación de la opinión pública en toda regla: de casos recientes similares sólo soy capaz de recordar aquello de los controladores aéreos ricachones son tan malos que tenemos que sacar los tanques a la calle para asegurar las vacaciones del pobre obrero, y ahora que todos pensáis que con lo que cobran no es normal que puedan hacer huelga, ZAS, los privatizamos y a todos nos parece bien, no?
Con las cajas ha pasado algo similar. Llevan años con la matraca de lo malo que es que haya políticos en los Consejos de Administración de las Cajas, que si son puestos dados por el partido de turno y que es un desastre de ineficiencia y de control político intolerable. Claro, cuando sabes que ese control lo ejercen Gallardón o, niños cierren los ojos, Esperanza Aguirre (lo del se lo quitamos al hijoputa, recuerdan?), nos llevamos las manos a la cabeza y gritamos: fuera control político!
Pero ay amigo. Es que es lo que tiene la democracia representativa: que el pueblo (We, the people, ya saben) elige a sus representantes y estos a sus vez a otros representantes para las instituciones controladas por el pueblo (la Administración, lo que incluye parcialmente a las Cajas de Ahorros). Y nos puede parece mal que Esperanza Aguirre tenga tanta mano en Caja Madrid, pero es que lo quieren los madrileños, al menos dentro de este sistema electoral.
Y ahí duele, porque, cuál es la alternativa? El funcionamiento de los Bancos? Eso parece, ya que las fusiones de Cajas y la nueva regulación del sistema financiero español, más acorde con Europa, transforma de facto estas entidades en Bancos (ahí está Bankia para demostrarlo). Y bueno, cuál es el sistema democrático de un Banco? Pues el mismo que el de cualquier empresa privada: NINGUNO. Ya me dirán los que tengan cuentas en el Santander si alguna vez les han hecho llegar una papeleta para sacar a Botín del poder. En las Cajas al menos sabes que los partidos ejercen cierto control. Tampoco es que sea la panacea, como digo: de hecho hace ya tiempo que el funcionamiento de las Cajas se parecía demasiado al de los Bancos. Así y todo, yo prefiero que tenga mano un mal político elegido por borregos antes
que un banquero eficiente que ha escalado posiciones en la dirección
porque sabe maximizar beneficios a costa de cualquiera. Es una cuestión de principios: Aguirre > Botín.
De lo que aquí estamos hablando es de una privatización de las Cajas en toda regla. Eso sí, saneándolas primero con dinero público, como se hace siempre. Quizás lo peor sea que esto inicia el deterioro definitivo de la Obra Social (lo más parecido en lo social que teníamos en España a iniciativas francesas como el Livret A) y que ya no podremos decir aquello de al menos mi Caja Duero no invierte en armas como el BBVA. Al lado de todo este infierno financiero, la banca ética (con los pesaos, porque mira que son pesaos, de Triodos Bank a la cabeza) parece el paraíso. No lo es. Pero es que ni siquiera son dimensiones de maldad comparables.
Por cierto que Bildu, ese partido nacionalista (independentista) vasco que gobierna San Sebastián, ha conseguido proteger las Cajas vascas mediante una fusión entre ellas en la que se garantiza esa Obra Social de la que hablamos (e imagino que cierto control por parte del partido -o, peor, viceversa, aunque sólo sea por la sintonía de idearios identitarios). Y es que, aunque duela (no hay que olvidar la flagrante contradicción que supone declararse nacionalista y progresista), el partido de izquierdas que gobierna la ciudad más grande en España ya no es IU con Córdoba, sino Bildu con la capital guipuzcoana. Porque hay que reconocer que, debajo de toda esa caspilla We, the basques, de vez en cuando, como aquí, legislan a la izquierda. La pena es que el ascendente progresista no sea más que una planta del edificio del ideario político de este partido.
14 de septiembre de 2011
Mi ladrillo de 1400 Mb
13 de septiembre de 2011
Get to France
O así se llama la nueva canción que Mogwai acaban de publicar. Tras un viaje con retrasos, enfermedades y curvas que fueron como si Eurolines se vengara porque les pagué menos de 20 euros por más de 900 km con peajes, he tenido un aterrizaje denso. Nada más bajar, en la propia "estación" de autobuses, una chica que no recuerdo del café, que me saluda en español cuando al parecer antes no lo hablaba casi nada, todo porque ha pescado un novio granaíno, Pablo, que me presenta, y muy majo él: como se notaba que nunca había estado en la zona de ella, la Vendée, adonde se dirigían, con salida en coche a las 7h45 de un domingo... pobre tocayo.
Tras un día agónico dividido en sudores en la cama y lectura de tesinas, subo a la facultad. En el tranvía, tres nuevas erasmus andaluzas. En la facultad encuentro en la cumbre inesperado con dos de mis Jefes Máximos, ya oficialmente enfrentados, y dejándonos a nosotros, tristes lectores, en todo el medio. Al bajar, tres nuevos erasmus andaluces. Llegando a casa, un encuentro joseantoniano en el Quai de la Fosse: típico señor mayor que no carbura, que me dice (le hice repetir dos veces) que no le gustan las barbas, cuando él lleva una como la mía aprox. Pocos metros después, una ikurriña que parece comprada en los chinos ondea algo así como a media asta en un muy heterodoxo palo desde una casa típica de marineros barbudos...
Mientras tanto yo, tras terminar por fin mi triple recopilatorio sobre grupos de Nantes, estoy revisando los injustamente olvidados primeros discos de los Celtas Cortos, con joyacas como Odín, El túnel de las Delicias, Hacha de guerra, El alquimista loco o El Tío Molonio: vuelve el rock celta.
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La Playa del Silencio, Asturias: pinchen, pinchen. |
Mientras tanto yo, tras terminar por fin mi triple recopilatorio sobre grupos de Nantes, estoy revisando los injustamente olvidados primeros discos de los Celtas Cortos, con joyacas como Odín, El túnel de las Delicias, Hacha de guerra, El alquimista loco o El Tío Molonio: vuelve el rock celta.
12 de septiembre de 2011
10 de septiembre de 2011
Super 8 VS Cowboys & Aliens
Bueno, ya he visto los dos taquillazos del verano (con permiso de esa precuela simiesca de un supuesto clásico que era en realidad una serie B bastante malona). Esto es culpa de la paupérrima cartelera asturiana: no se puede estar dos meses sin pisar una sala de cine y bueno, estas son las dos que menos malas referencias traían, así que imaginen el resto.
El motivo de esta entrada no es la alabanza de ninguna de las dos, bajonas ambas aunque con una diferencia sustancial que es la que quiero que nos ocupe. En el caso de Super 8, tenemos un truño que tira de nostalgia treintañera (Stand By Me, Goonies, ET, etc.) para rodar un aborto de película spielbergiana en la que durante la primera mitad uno se pregunta cuándo aparecerá el rollito irónico (o la novedad o la relectura) y durante la segunda uno se tira de los pelos de lo bajo que ha caído JJ Abrams. Desde que este hombre profesó adoración al director de Encuentros en la tercera fase (su única película redonda, acaso con Tiburón o Duel, todas ellas de los 70) ha ido de mal en peor.
El enfado es doble: la crítica nos dice que esta es una muy buena película, muy en serio, y encima a la gente le gusta: "es como los Goonies otra vez!" Como si eso fuera algo bueno! Pero lo que de verdad me cabrea es esta división que damos por buena entre lo bueno y lo malo en sentido oficial. Juntar vaqueros, indios y extraterrestres es una patochada y es MALO pero rehacer sin más una película infantil de hace 25 años es BUENO. Hay que joderse. Maldita nostalgia treintañera. Lo siento pero una gracieta sobre el Walkman (estamos en 1980) y los iPods no justifica tanto metraje casposo. Es que ni Pixar cae tan bajo. A esto podríamos llamarlo efecto Indiana Jones 4: muchas personas que vieron las originales en cine son incapaces de criticar ese aborto de película de aventuras.
Pero vayamos con los vaqueros que es lo interesante de esta entrada. Estamos en el año 2011 y hoy en día se pueden rodar series B con presupuesto blockbuster. El canon de la serie B es la película de género que cruza figuras populares para generar un atractivo que compense la evidente falta de medios técnicos, ahí están los Drácula contra Frankenstein por ejemplo. Es el caso de Cowboys & Aliens, que además no se esconde (como sí se hace con la presencia de extraterrestres en Indiana Jones 4). Hay que tenerlos cuadrados para gastarse una millonada en un argumento tan absurdo. Pero es una película que "se asume" (esto creo que es francés) como lo que es. Da lo que le pides, lo que te han ofrecido, no como Super 8, que es cínica a más no poder.
JJ Abrams es conocido ni más ni menos que por haber propiciado que Estados Unidos superara culturalmente el trauma del 11-S (epa, qué bien traído): no en vano fue el primero en tratar de frente y sin tapujos la destrucción de Nueva York (Cloverfield), la presencia/ausencia de las Torres Gemelas (Fringe) o los accidentes aéreos de temibles consecuencias (Lost), tres productos de notable factoría: lo primero que pensé al salir de Super 8 fue que que de repente Lost había subido puntos.
Nada de esto hay en Super 8. En cambio Cowboys & Aliens retoma el testigo de la superación de traumas con ese tremendo despegue de la nave al final de la película, gracias al cual podemos comprobar como es muy similar al de un cohete lanzadera de la NASA (contrariamente a las naves, circulares, que vemos en otras películas de alienígenas). No parece muy aventurado decir que su explosión nos remite al trauma de la nave Columbia en 2003 (o acaso al desastre de 1986). Al final, la película supuestamente cutre es la que parece sacada del ideario Abrams mientras que su obra ha quedado contaminada por Spielberg.
El motivo de esta entrada no es la alabanza de ninguna de las dos, bajonas ambas aunque con una diferencia sustancial que es la que quiero que nos ocupe. En el caso de Super 8, tenemos un truño que tira de nostalgia treintañera (Stand By Me, Goonies, ET, etc.) para rodar un aborto de película spielbergiana en la que durante la primera mitad uno se pregunta cuándo aparecerá el rollito irónico (o la novedad o la relectura) y durante la segunda uno se tira de los pelos de lo bajo que ha caído JJ Abrams. Desde que este hombre profesó adoración al director de Encuentros en la tercera fase (su única película redonda, acaso con Tiburón o Duel, todas ellas de los 70) ha ido de mal en peor.
El enfado es doble: la crítica nos dice que esta es una muy buena película, muy en serio, y encima a la gente le gusta: "es como los Goonies otra vez!" Como si eso fuera algo bueno! Pero lo que de verdad me cabrea es esta división que damos por buena entre lo bueno y lo malo en sentido oficial. Juntar vaqueros, indios y extraterrestres es una patochada y es MALO pero rehacer sin más una película infantil de hace 25 años es BUENO. Hay que joderse. Maldita nostalgia treintañera. Lo siento pero una gracieta sobre el Walkman (estamos en 1980) y los iPods no justifica tanto metraje casposo. Es que ni Pixar cae tan bajo. A esto podríamos llamarlo efecto Indiana Jones 4: muchas personas que vieron las originales en cine son incapaces de criticar ese aborto de película de aventuras.
Pero vayamos con los vaqueros que es lo interesante de esta entrada. Estamos en el año 2011 y hoy en día se pueden rodar series B con presupuesto blockbuster. El canon de la serie B es la película de género que cruza figuras populares para generar un atractivo que compense la evidente falta de medios técnicos, ahí están los Drácula contra Frankenstein por ejemplo. Es el caso de Cowboys & Aliens, que además no se esconde (como sí se hace con la presencia de extraterrestres en Indiana Jones 4). Hay que tenerlos cuadrados para gastarse una millonada en un argumento tan absurdo. Pero es una película que "se asume" (esto creo que es francés) como lo que es. Da lo que le pides, lo que te han ofrecido, no como Super 8, que es cínica a más no poder.
JJ Abrams es conocido ni más ni menos que por haber propiciado que Estados Unidos superara culturalmente el trauma del 11-S (epa, qué bien traído): no en vano fue el primero en tratar de frente y sin tapujos la destrucción de Nueva York (Cloverfield), la presencia/ausencia de las Torres Gemelas (Fringe) o los accidentes aéreos de temibles consecuencias (Lost), tres productos de notable factoría: lo primero que pensé al salir de Super 8 fue que que de repente Lost había subido puntos.
Nada de esto hay en Super 8. En cambio Cowboys & Aliens retoma el testigo de la superación de traumas con ese tremendo despegue de la nave al final de la película, gracias al cual podemos comprobar como es muy similar al de un cohete lanzadera de la NASA (contrariamente a las naves, circulares, que vemos en otras películas de alienígenas). No parece muy aventurado decir que su explosión nos remite al trauma de la nave Columbia en 2003 (o acaso al desastre de 1986). Al final, la película supuestamente cutre es la que parece sacada del ideario Abrams mientras que su obra ha quedado contaminada por Spielberg.
7 de septiembre de 2011
Qué fue de Second Life?
De la sección "Reflexiones a las tantas de la mañana", rescatamos este .txt:
fb hace las funciones de second life pero hace creer a la gente que es la misma vida (o es al reves?). en que medida nuestro avatar en facebook no es mas que la proyeccion de lo que nos gustaria ser, mas que el reflejo selectivo de lo que somos? a traves del espejo, cruzando la madriguera etc etc
fb hace las funciones de second life pero hace creer a la gente que es la misma vida (o es al reves?). en que medida nuestro avatar en facebook no es mas que la proyeccion de lo que nos gustaria ser, mas que el reflejo selectivo de lo que somos? a traves del espejo, cruzando la madriguera etc etc
30 de agosto de 2011
Habemus Vacazul
Desde Hamburgo nos llega la compilación demoníaca definitiva por cortesía de la primera persona diagnosticada clínicamente como alérgica a la Iglesia Católica. El disco incluye un premio cortesía del amigho Federico (el de la Cope no, el otro) y bueno, de la selección: bajen y opinen, pero ya les voy diciendo que terminarán apostatando. O entrando en alguna logia masónica. Ay, si la mano de Santa Teresa levantara la cabeza.
25 de agosto de 2011
Monkey Day en la Laboral
29 de junio de 2011
Chilled Records y los exorcismos azules

Un disco imprevisto que situaremos en el off del off del catálogo: todo lo fuera que se pueda, copón. Compuesto exclusivamente por canciones aparecidas este año. Creo que por fin le he encontrado un sentido, o una misión, a mi sello discográfico. Esta.
La fête du cinéma o la vida por 3€
Gerry (2002) es la primera y más arriesgada de las películas de la trilogía experimental (la mal llamada trilogía de la muerte) del irregular Gus Van Sant (tremendo en Paranoid Park, decepcionante en las más famosas) y por eso la que más pasó desapercibida. Tampoco ayudó que la siguiente ganara la Palma de Oro en Cannes (Elephant, 2003) o que la tercera tratara sobre los últimos días de Kurt Cobain (sí, ya saben, esa película sobre Nirvana en la que ninguna de las canciones es de Nirvana, aunque Sonic Youth no andan lejos): Last Days (2005). Pues Gerry es un bombazo, planos secuencia de diez minutos, algunos casi estáticos, ausencia casi total de diálogos, Arvo Pärt por un tubo... enfin que esto en el cine te causa una fuerte impresión. Quizás esta descripción no sea muy tentadora, pero créanme, te marca. Con esta película me convierto definitivamente a la causa vansantiana. In Gus we trust.
The tree of life, supuestamente pretenciosa y decepcionante flamante ganadora del Cannes de este año, es una de las grandes películas que se han estrenado esta temporada. Estamos hablando del que se considera el director americano vivo más interesante (me abstendré de pronunciarme porque me vienen a la cabeza los Coen o Woody Allen así al vuelo). El señor aquel que se tiró 20 años sin hacer una película y volvió con esa gloria que es Thin red line (acusada, de nuevo, de ridícula pretenciosidad en su día) y que ahora "sólo" tarda entre 5 y 7 años en hacer sus películas. Terrence Malick es el director que mejor ha filmado los árboles en toda la historia del cine: los contrapicados de La delgada línea roja (1998), los bosques del Nuevo Mundo (2006) y ahora las muy vivas arboledas de los suburbios (2011). Todos y cada uno de los planos de la película son perfectos, todo es precioso y ya sólo por las imágenes como tales, merece la pena verlo en un cine. Da la sensación de que, plásticamente hablando, esta película alcanza la perfección. Y es ahí donde sí hay que compararla con 2001 de Kubrick (y no en el discurso metafísico que supuestamente comparten como tanto hemos leído estos días), a la que probablemente supera en ese apartado, y miren que me duele reconocerlo. No es casualidad que Douglas Trumbull esté detrás del apartado visual: se trata del mejor director de efectos especiales de la historia del cine: empezó precisamente con 2001 (1968), pero también destacan los de Encuentros en la tercera fase (1977) y sobretodo Blade Runner (1982), que era hasta hoy su última producción (otro que ha vuelto tras décadas retirado). Y el tío sigue sin pasarse a los efectos digitales, oiga.
Y la agradable sorpresa ha venido del que ya no esperábamos gran cosa: Woody Allen arremete contra sus últimas películas y se saca de la manga una reflexión ingeniosa con varias capas de lectura gracias a un dispositivo que en el cine de ciencia-ficción es absolutamente estándar. Midnight in Paris (2011) apuntaba a truño tipo Vicky Cristina Barcelona, con un París de postal y momificado, enésima reinterpretación de las obsoletas y ruborizantes obsesiones recientes del neoyorquino (arte versus vivencia, romanticismo y pasión vs frialdad intelectual, Europa vs América, libertad vs tradición, etc.) y resulta que no, que es su mejor película desde Match Point (2005), a la que probablemente supera: por lo tanto para encontrar alguna que sea mejor que la que nos ocupa ya hay que bajar a los tiempos de, agárrense, Poderosa Afrodita (1995) que como todos sabemos sirvió de modelo a tantas malas fotocopias que ha producido desde entonces, especialmente desde que los europeos le pagamos las películas. Pues bien, aquí el colega se ríe de la museificación que siempre atenaza a la capital de Francia (véase el affaire Amélie Poulain con ese París años 50 trasladado falsamente a 2001) y de la gente que siente nostalgia por épocas que no ha vivido y que obviamente las idealiza por reacción a lo difícil que les resulta encajar en su propia época (aquí cada uno estaremos pensando en alguien, pero es evidente que a todos nos sucede en parte). A esto me refería con que va contra su cinematografía reciente, donde se nos presenta una concepción del mundo que ya no existe ni en la burguesía (especialmente sangrante el caso V.C.B.). El final es un poco flojillo porque dan explicaciones innecesarias (seguro que llegó Roures y le dijo que tenía que terminar con una explicación para tontitos) y para cuando Owen Wilson (sorprende lo bien que encaja este actor en el universo alleniano) nos hace su discursito moralizador, nosotros ya estábamos flipando con todo lo que nos dice Allen con una aparentemente sencilla comedia. Vamos, lo que siempre hizo, pero esta vez como en sus mejores tiempos.
25 de junio de 2011
Hablando de influir...

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