Algunos ya sabéis que a los veinteañeros y treintañeros franceses les vuelve locos los juegos de mesa desde hace ya tiempo (tenemos un buen ejemplo residente en Valladolid desde finales de los 90...). No estamos hablando del Trivial Pursuit (1982), estamos hablando de esas cajitas pequeñas con un mapilla y unas pocas cartas, y a tirar millas.
He estado ojeando un poco sobre este curioso mundillo, yo que vengo de la fría tecnocracia de las consolas y PCs, pero que como todo hijo de vecino he jugado a estas cosas de pequeño, aunque fueran más simples que las que son objeto de esta entrada. Lo primero que me llama la atención es lo recientes que son algunos.
Resulta que el juego de los lobos lo inventó un soviético (en una fría noche, seguramente) en el Moscú de 1986, y que basaba toda tu mecánica en una población informada versus una población desinformada (y esta última debía desenmascarar a la otra, añadan todas las capas de ironía que gusten a todo esto). El juego se llamaba Mafia y al poco adoptó una temática de hombres-lobo, tras lo cual salió de la URSS para triunfar en los pasillos de las residencias de Princeton y de ahí al resto de occidente. En 2001 se edita en Francia la versión que todos conocemos y que se practica en algunos bares de Nantes o en los típicos encuentros ala Utopiales.
Lo segundo que me ha llamado la atención es que el Risk (uno de mis preferidos) lo inventó en 1957 nada menos que Albert Lamorisse, solo un año después de ganar en Cannes con uno de los cortometrajes más famosos de la historia del cine (y el único corto de la historia en haber ganado el Oscar al mejor guión, gracias wikipedia), que recientemente fue objeto de un homenaje/remake/nos-da-igual-como-lo-llamemos-porque-es-una-buena-excusa-para-tener-otra-buena-pelicula-de Hou Hsiao-Hsien.
El Catan, que vuelve locos a algunos, y seguramente máximo exponente junto con los lobos de este nuevo movimiento, aparece sólo en 1995 en Alemania, y tiene pinta de parecerse mucho a los juegos de estrategia y de gestión de recursos que tanto éxito han tenido en los ordenadores desde SimCity.
2 de diciembre de 2013
29 de noviembre de 2013
Esperando al Ciudadano Kane de los videojuegos
A finales de 2013 el videojuego goza ya por fin de una plena legitimidad como forma de arte: una 'nueva' disciplina queda oficialmente reconocida cuando A) los modernillos de cada época -hoy, los gafapastas- claman que es un arte total porque integra todos los anteriores (ya se dijo del cine, o de la ópera en su día) y/o B) cuándo los que quieren parecer modernillos lanzan al aire la esperada 'Cuándo veremos el Ciudadano Kane de los videojuegos?', hoy ya prácticamente convertida en un meme y en inesperado elemento de marketing.
Como decía, este año se han dado ambos casos en repetidas ocasiones, basta con echar un vistazo a KillScreen, JotDown, MondoPixel o similares para comprobar cómo estas webs censan la ingente cantidad de veces que en los últimos tiempos se habla de cada nuevo juego como la nueva obra de arte definitiva.
Tal como sucediera con el cine hasta los años 20, el videojuego sigue en su mayor parte en su etapa de entretenimiento de feria: el elemento circense sigue siendo el predominante y el que determina la creación misma de cada juego.
Ahora bien, ahí están los Braid, Journey, Fez, Limbo, Bastion o Portal (casi todos indies, como no) o, desde un acercamiento más radical (el de la forma artística y narrativa precediento al equilibrio de lo que el jugador espera en términos de interactividad), Dear Esther, Passage, Papers please, Cartlife o Proteus, para demostrar que efectivamente esta disciplina artística bien ha merecido su actual reconocimiento.
Queda pendiente la legitimación de las bandas sonoras de videojuegos. No queremos ser pesimistas, pero la consideración de música seria con respecto a las bandas sonoras de películas tardó mucho en llegar. Hoy en día en su mayor parte no dejan de ser puntuaciones de violín para terminar de sacarnos esa lagrimilla que se resiste.
Por supuesto en el videojuego sucede más o menos lo mismo. Si buena parte del cine sigue siendo demasiado deudor del teatro, en el videojuego tenemos en las 'cinemáticas' el símbolo perfecto de la exclavitud con respecto a una forma narrativa, la del cine, que tiene muy mal encaje en el videojuego (excepción hecha quizás de Max Payne y su vuelta de tuerca al homenaje cinematográfico 'noir'). Y por ello la música de los videojuegos suele reproducir y potenciar los problemas de la música de las películas (violines, grandilocuencia, ya saben).
Pero en el caso de algunos juegos indies (desarrollados por equipos pequeños y no sujetos a exigencias industriales de alta rentabilidad que permitan recuperar las fuertes inversiones), la música es tan buena o mejor que un juego ya de por si redondo. Ya saben, o deberían, que hice un recopilatorio que mezclaba músicas de videojuegos con músicas influidas por el lenguaje de los mismos ('Off/I never finish anyth' que pueden descargar a mi derecha), pero lo que me ha motivado a escribir por fin de nuevo en este blog han sido dos discos (los que más estoy escuchando en estos momentos) y una película, intrínsecamente relacionados entre sí por la relación que guardan con el mundo del videojuego:
- el nuevo disco de Oneohtrix Point Never: R plus seven
- la banda sonora del juego FEZ, por Disasterpeace (aquí, ir a sección soundtrack analysis)
- la película china Distant, para mí la sorpresa del Festival des 3 Continents
'Distant' se distancia (perdón) del teatro con una decisión muy sencilla y eficaz (no se ve ni una sola cara de cerca en toda la película, y por lo tanto ninguna expresión facial) que involuntariamente le acerca al videojuego pre-cinématico (el de los 80 y 90) y al videojuego indie de estética pixelada y personajes pequeños evolucionado en un marco grande e inmóvil (forma estética tradicional de este medio). La película se compone de 13 largos planos secuencia fijos y alejados, en los que vemos la evolución de los personajes u objetos en distintas zonas de la pantalla.
Con respecto a los dos discos, el hecho de que algunas canciones parezcan intercambiables entre ambos, demuestra todo lo que estoy intentando decir: que la música de videojuegos está llegando a un punto de madurez suficiente como para poder ser tratada con la misma consideración que la música normal. Y esta debe de ser la primera vez en la Historia en que alguien tilda a Daniel Lopatin de tipo normal.
Como decía, este año se han dado ambos casos en repetidas ocasiones, basta con echar un vistazo a KillScreen, JotDown, MondoPixel o similares para comprobar cómo estas webs censan la ingente cantidad de veces que en los últimos tiempos se habla de cada nuevo juego como la nueva obra de arte definitiva.
Tal como sucediera con el cine hasta los años 20, el videojuego sigue en su mayor parte en su etapa de entretenimiento de feria: el elemento circense sigue siendo el predominante y el que determina la creación misma de cada juego.
Ahora bien, ahí están los Braid, Journey, Fez, Limbo, Bastion o Portal (casi todos indies, como no) o, desde un acercamiento más radical (el de la forma artística y narrativa precediento al equilibrio de lo que el jugador espera en términos de interactividad), Dear Esther, Passage, Papers please, Cartlife o Proteus, para demostrar que efectivamente esta disciplina artística bien ha merecido su actual reconocimiento.
Queda pendiente la legitimación de las bandas sonoras de videojuegos. No queremos ser pesimistas, pero la consideración de música seria con respecto a las bandas sonoras de películas tardó mucho en llegar. Hoy en día en su mayor parte no dejan de ser puntuaciones de violín para terminar de sacarnos esa lagrimilla que se resiste.
Por supuesto en el videojuego sucede más o menos lo mismo. Si buena parte del cine sigue siendo demasiado deudor del teatro, en el videojuego tenemos en las 'cinemáticas' el símbolo perfecto de la exclavitud con respecto a una forma narrativa, la del cine, que tiene muy mal encaje en el videojuego (excepción hecha quizás de Max Payne y su vuelta de tuerca al homenaje cinematográfico 'noir'). Y por ello la música de los videojuegos suele reproducir y potenciar los problemas de la música de las películas (violines, grandilocuencia, ya saben).
Pero en el caso de algunos juegos indies (desarrollados por equipos pequeños y no sujetos a exigencias industriales de alta rentabilidad que permitan recuperar las fuertes inversiones), la música es tan buena o mejor que un juego ya de por si redondo. Ya saben, o deberían, que hice un recopilatorio que mezclaba músicas de videojuegos con músicas influidas por el lenguaje de los mismos ('Off/I never finish anyth' que pueden descargar a mi derecha), pero lo que me ha motivado a escribir por fin de nuevo en este blog han sido dos discos (los que más estoy escuchando en estos momentos) y una película, intrínsecamente relacionados entre sí por la relación que guardan con el mundo del videojuego:
- el nuevo disco de Oneohtrix Point Never: R plus seven
- la banda sonora del juego FEZ, por Disasterpeace (aquí, ir a sección soundtrack analysis)
- la película china Distant, para mí la sorpresa del Festival des 3 Continents
'Distant' se distancia (perdón) del teatro con una decisión muy sencilla y eficaz (no se ve ni una sola cara de cerca en toda la película, y por lo tanto ninguna expresión facial) que involuntariamente le acerca al videojuego pre-cinématico (el de los 80 y 90) y al videojuego indie de estética pixelada y personajes pequeños evolucionado en un marco grande e inmóvil (forma estética tradicional de este medio). La película se compone de 13 largos planos secuencia fijos y alejados, en los que vemos la evolución de los personajes u objetos en distintas zonas de la pantalla.
Con respecto a los dos discos, el hecho de que algunas canciones parezcan intercambiables entre ambos, demuestra todo lo que estoy intentando decir: que la música de videojuegos está llegando a un punto de madurez suficiente como para poder ser tratada con la misma consideración que la música normal. Y esta debe de ser la primera vez en la Historia en que alguien tilda a Daniel Lopatin de tipo normal.
5 de julio de 2013
Cosecha 2013
Ya que este año ya no habrá recopilatorio de fin de año con las mejores canciones publicadas en 2013, puedo ir desgranando sir estropear sorpresas lo mejor de la cosecha de mitad de año:
24/6 Deerhunter The missing (Monomania)
25/6 Pantha du Prince & The Bell Laboratory Spectral split (Elements of light)
26/6 The Suicide of Western Culture Love your friends, hate politicians (Hope only...)
27/6 Depedro Hombre bueno (La increíble historia de un hombre bueno)
28/6 Boards of Canada Reach for the dead (Tomorrow's harvest)
1/7 Daft Punk Random Access Memories
2/7 Vampire Weekend Ya hey (Modern vampires of the city)
4/7 College Revelation ~ Hyboid remix (Heritage)
5/7 Sigur Ros Brennisteinn (Kveikur)
Hasta aquí. Con esto ya tenéis para el verano. Siguen pendientes las compilaciones de Spiritualized y R.E.M.
24/6 Deerhunter The missing (Monomania)
25/6 Pantha du Prince & The Bell Laboratory Spectral split (Elements of light)
26/6 The Suicide of Western Culture Love your friends, hate politicians (Hope only...)
27/6 Depedro Hombre bueno (La increíble historia de un hombre bueno)
28/6 Boards of Canada Reach for the dead (Tomorrow's harvest)
1/7 Daft Punk Random Access Memories
2/7 Vampire Weekend Ya hey (Modern vampires of the city)
4/7 College Revelation ~ Hyboid remix (Heritage)
5/7 Sigur Ros Brennisteinn (Kveikur)
Hasta aquí. Con esto ya tenéis para el verano. Siguen pendientes las compilaciones de Spiritualized y R.E.M.
17 de junio de 2013
Valtari, Kveikur.
Y el mejor grupo de "música amplificada" en activo sobre la faz de la Tierra es... Sigur Ros.
Contrariamente a lo que piensa el medio musical más influyente del Sistema Solar, Valtari es sin duda el gran disco de 2012 (reconozco que exageré un poco los esfuerzos de Beach House y Spiritualized para no tener que ordenar mi tridente favorito del año pasado). Y Kveikur, el primero disco post-Kjartan, es el resultado de la necesidad de tener algo con lo que salir de gira, ya que Valtari es, como ellos mismos declaran "largely un-tourable", y claro no puedes salir de gira mundial con un disco de ambient.
Si para Pitchfork Valtari no es más que un disco de texturas (!), Kveikur, publicado solo unos meses después, marcaría el retorno a las esencias, al nervio, a su mejor estado de forma, blablabla.
Antes de que saliera Valtari los fans del grupo temíamos que el éxito del disco en solitario de Jonsi (Go), excesivamente cafeínado, influyera en la próxima publicación, y ahí estaban artefactos como Gobbledigook en el disco anterior (...Endalaust) que, siendo una estupenda canción, indicaba síntomas preocupantes. Sin embargo, la influencia que sí integró el grupo fue la de su otro proyecto paralelo, el muy ignorado disco con su pareja (Jonsi & Alex: Riceboy sleeps, presente en Lord can you hear me 2, quizás mi mejor recopilatorio).
Y, de repente, cuando todo el mundo esperaba un disco resultón, acelerado, festivo, tallado para el Gran Salto de Sigur Ros, para su coldplayización, sacan Valtari.
Hay que decir que Valtari, aunque menos que Riceboy sleeps, es un disco de ambient. O de ambient-rock si queremos mantener la pureza de los términos. Ya saben, al ambient es eso de componer melodías de 15-20 minutos de una sola nota (exangerando un pelín). Es lo que se inventó Brian Eno en los 70 para llenar de música los aeropuertos sin molestar (concepto que ha expandido hasta nuestros días con cosas como la melodía de entrada de Windows 95/98, que es suya), intentando crear por el camino una nueva forma de escuchar la música (ahhh los tiempos en los que los creadores eran menos cínicos y no pensaban que los habitos musicales estuvieran determinados exclusivamente por los hábitos tecnológicos del oyente) y fracasando por completo, pues al final lo que popularizó fue el concepto (la música "de ascensor", todo un género musical hoy en día) pero no la materia (pues la música de ascensor de nutre exclusivamente de versiones bossa nova de estándares del rock -sic).
Pues eso, que el ambient es a la vez lo más y lo menos rockero que te puedes echar a la boca desde 1975. Pero el post-rock, la épica metalera y el ambient son la quintaesencia de este grupo desde 1999. Y por lo visto lo que los hacía tan populares era sobretodo ese rock panorámico (el término no es mío) y no tanto esas finas y bellas texturas que, según parece, eran superficiales. Como si lo importante fueran las letras... que no están ni en islandés!
Contrariamente a lo que piensa el medio musical más influyente del Sistema Solar, Valtari es sin duda el gran disco de 2012 (reconozco que exageré un poco los esfuerzos de Beach House y Spiritualized para no tener que ordenar mi tridente favorito del año pasado). Y Kveikur, el primero disco post-Kjartan, es el resultado de la necesidad de tener algo con lo que salir de gira, ya que Valtari es, como ellos mismos declaran "largely un-tourable", y claro no puedes salir de gira mundial con un disco de ambient.
Si para Pitchfork Valtari no es más que un disco de texturas (!), Kveikur, publicado solo unos meses después, marcaría el retorno a las esencias, al nervio, a su mejor estado de forma, blablabla.
Antes de que saliera Valtari los fans del grupo temíamos que el éxito del disco en solitario de Jonsi (Go), excesivamente cafeínado, influyera en la próxima publicación, y ahí estaban artefactos como Gobbledigook en el disco anterior (...Endalaust) que, siendo una estupenda canción, indicaba síntomas preocupantes. Sin embargo, la influencia que sí integró el grupo fue la de su otro proyecto paralelo, el muy ignorado disco con su pareja (Jonsi & Alex: Riceboy sleeps, presente en Lord can you hear me 2, quizás mi mejor recopilatorio).
Y, de repente, cuando todo el mundo esperaba un disco resultón, acelerado, festivo, tallado para el Gran Salto de Sigur Ros, para su coldplayización, sacan Valtari.
Hay que decir que Valtari, aunque menos que Riceboy sleeps, es un disco de ambient. O de ambient-rock si queremos mantener la pureza de los términos. Ya saben, al ambient es eso de componer melodías de 15-20 minutos de una sola nota (exangerando un pelín). Es lo que se inventó Brian Eno en los 70 para llenar de música los aeropuertos sin molestar (concepto que ha expandido hasta nuestros días con cosas como la melodía de entrada de Windows 95/98, que es suya), intentando crear por el camino una nueva forma de escuchar la música (ahhh los tiempos en los que los creadores eran menos cínicos y no pensaban que los habitos musicales estuvieran determinados exclusivamente por los hábitos tecnológicos del oyente) y fracasando por completo, pues al final lo que popularizó fue el concepto (la música "de ascensor", todo un género musical hoy en día) pero no la materia (pues la música de ascensor de nutre exclusivamente de versiones bossa nova de estándares del rock -sic).
Pues eso, que el ambient es a la vez lo más y lo menos rockero que te puedes echar a la boca desde 1975. Pero el post-rock, la épica metalera y el ambient son la quintaesencia de este grupo desde 1999. Y por lo visto lo que los hacía tan populares era sobretodo ese rock panorámico (el término no es mío) y no tanto esas finas y bellas texturas que, según parece, eran superficiales. Como si lo importante fueran las letras... que no están ni en islandés!
13 de junio de 2013
Legend... wait for it
Este repugnante artículo que rezuma gafapastismo trasnochado en cada párrafo me motiva a escribir sobre la serie de la que ya nadie habla y que sin embargo creo que no por ser comercial hay que dejar de reivindicar como notable (que no sobresaliente, esto no es The thick of it, ni de Matrícula de honor, esto no es Doctor en Alaska).
How I met your mother ha aprendido de Twin Peaks (cuyo protagonista, no por casualidad, tiene un papel en esta serie) que no se debe desvelar demasiado pronto el misterio que ha enganchado a buena parte de su público. Sin embargo, como en la serie de David Lynch, lo interesante nunca estuvo en descubir el susodicho enigma (quién mató a Laura Palmer / quién es la madre). La gracia de HIMYM está en su uso del flashback como técnica humorística, en la rotura temporal constante y en los juegos y divertimentos varios con los que los guionistas se recrean.
Esta serie es mas ingeniosa y trabajada de lo que parece. Aunque la trama, como era de preveer, ha decaido en interés y nervio, la forma de la serie ha ido evolucionando y probando variantes narrativas en el hábil uso del mentado flashback. Gafapasteando un poco (somos más papistas que el Papa) diremos que HIMYM deconstruye el flashback (y el flash forward), sacandolo de su contexto dramatizador para colocarlo en un ambito humoristico (aunque en ocasiones roza con, ay, cursilerias varias). Una estructura narrativa no habitual para una serie que ha cubierto el hueco de todo un mastodonte de la consensualidad como fue Friends.
27 de mayo de 2013
Lobbying que es gerundio
Si algo ha conseguido la seudoindustria del cine español es convencer en el extranjero de que todos los males del sector en España provienen de la piratería, siendo la subida del IVA un mero apuntalamiento. Me dan arcadas cada vez que veo un artículo francés o inglés sobre el cine español desde el punto de vista industrial. Como si la gente no fuera a ver cine español porque lo están descargando como locos...
Si fuera cierto y la piratería del cine fuera tan importante en España, todo el mundo (especialmente los jóvenes) estaría hablando de cine español, de tal o cual película, porque aunque nadie la viera en el cine, mucha gente la habría visto en sus portátiles. Es obvio que esto no es así y que las descargas (que no son piratería, y que de hecho hasta que no entre en vigor el gallardonazo -y aun así veremos- son perfectamente legales salvo en el caso de los programas informáticos) reflejan la taquilla de los cines, esto es, que la peli más descargada es Iron Man o la que toque, y no una de Isabel Coixet.
Y qué leches, que con esto se evita afrontar los verdaderos problemas del cine: que la gente no descarga películas, sino series, porque es lo que ve todo el mundo. Que el sistema de ventanas de distribución ha quedado obsoleto con los avances tecnológicos y que no son dichos avances los que han de adaptarse al funcionamiento de la industria sino al revés. Cuándo se ha visto que vaciáramos un mar para que los carruajes lo atravesaran? Un tipo listo llegó e inventó el barco, y el lobby de los carruajes se echó las manos a la cabeza.
Y que las películas son muy caras, leñe, porque se gasta una cantidad tremenda de dinero en la parte más frívola de esta creación cultural, invalidando parcialmente el argumento de que hay que subvencionarlo como cualquier otra disciplina artística. Que digo yo que si bajamos el caché de los actores la obra sigue siendo igualmente un aporte a la sociedad, pero más barato. Eso y lo de que crea empleo... enfin. No es que sea la industria más rentable en términos de creación de empleo... con que la mitad del dinero que se gastan en crear decorados se derivara a crear puestos en el sector de la difusión cultural en España, ya se crearían puestos remunerados en esas pequeñas muestras de cine gestionadas por voluntarios por toda la geografía subpirenaica. Y encima tendríamos más cinéma vérité.
O, mejor anú, que se bajara el caché de los compositores de bandas sonoras, algunos de los cuales no es que sean precisamente pobres, y con eso tendríamos menos pianos y violines llorones en el cine español, y creábamos algunos puestos más aquí y allá, como con los decorados. Se pierden cuatro puestos de 10.000 € pero se crean cuarenta de mil.
Y que las películas son muy caras, leñe, porque se gasta una cantidad tremenda de dinero en la parte más frívola de esta creación cultural, invalidando parcialmente el argumento de que hay que subvencionarlo como cualquier otra disciplina artística. Que digo yo que si bajamos el caché de los actores la obra sigue siendo igualmente un aporte a la sociedad, pero más barato. Eso y lo de que crea empleo... enfin. No es que sea la industria más rentable en términos de creación de empleo... con que la mitad del dinero que se gastan en crear decorados se derivara a crear puestos en el sector de la difusión cultural en España, ya se crearían puestos remunerados en esas pequeñas muestras de cine gestionadas por voluntarios por toda la geografía subpirenaica. Y encima tendríamos más cinéma vérité.
O, mejor anú, que se bajara el caché de los compositores de bandas sonoras, algunos de los cuales no es que sean precisamente pobres, y con eso tendríamos menos pianos y violines llorones en el cine español, y creábamos algunos puestos más aquí y allá, como con los decorados. Se pierden cuatro puestos de 10.000 € pero se crean cuarenta de mil.
Luego está, como sucedió en su día con la música, que las ventas van por grandes ciclos generados por la llegada de nuevos soportes que relanzan los mercados moribundos. El CD relanzó en los 90 la compra de música, y el DVD relanzó a finales de década y casi toda la siguiente la venta de películas, de capa caída desde hace años por el agotamiento del VHS. No es la piratería la causante de la crisis del CD ni del DVD, es su propio colapso natural y previsible. Muchos estudiosos ya apuntaron en su día que el CD caía por la moda del DVD, es decir, que la gente estaba comprando menos música y más películas. Y ahora la gente está comprando menos películas y gastando ese dinero en tarifas planas de internet para descargar series y jugar en facebooks y twitters, y en contratos de móviles, tabletas o lo que toque. No es culpa nuestra si una industria se ha dejado comer la merienda por otra.
Luego también está el que si en España hubiera una oferta sencilla de utilizar, habría más gente pagando por las descargas en lugar de pagar únicamente al sector de las telecomunicaciones. Eso es cierto, lo que no quita para que haya que poner en duda a todos los apologetas para quienes la causa de todos los males empieza y termina con la tremenda cantidad de descargas que tanta gente debe de estar haciendo de las películas de Fernando León.
20 de mayo de 2013
Hola A Todo El Mundo VS Mermonte
HATEM, ya saben, esa estupenda troupe de folk hippioso madrileño que ha ido expulsando a sus miembros más guapos uno tras otro, y ahora reducida cuarteto shoegazer, ha llamado la atención de los Inrocks, acaso la revista continental más influyente del indie. Ya tenía pensado escribir sobre Mermonte antes de que el mismo periodista que dijo (en su conferencia en Nantes hace un año) que no hablaban apenas de grupos italianos o españoles porque no había nada destacable redactara esta reseña, pero esto me lo ha puesto a tiro.
Mermonte, acaso la mejor banda francesa de la actualidad tras Mansfield.TYA y presentes en Nantestrés (aunque son de Rennes..., descarga aquí debajo), hacen exactamente lo que HATEM estarían haciendo si no se hubieran ido varios de sus miembros y no hubieran operado un cambio de estilo bastante rotundo. Y si no comparen el primer disco de cada uno de estos grupos. O mejor compruebenlo directamente a través de este concierto para llevar grabado en Saint Malo y de este Acordes Urbanos (el hermano pequeño pucelano de aquellos) grabado en el Beluga.
Yo tuve la suerte de verlos hace poco en un festival gratuito en las afueras de Nantes y he de decir que en directo son aún más abrumadores: un grupo que tiene a dos baterías y que los coloca al frente, en el centro del escenario, con el bajista justo tras ellos como si fueran (lo son) las piezas centrales de la elaboración musical, es un grupo que no puede estar equivocado. Luego ayuda que sean cuarenta y la madre, casi literalmente, prolongando esa estupenda tradición de colectivos indies que iniciaran Belle & Sebastian (cuyo sonido no queda lejos) y continuada por I'm from Barcelona o Polyphonic Spree.
15 de mayo de 2013
Despegando
Hoy se cumplen dos años del 15-M, aka Los Indignados en el resto del mundo. Y hoy mismo un tipo ha dado una rueda de prensa para decir que las autopistas en quiebra se van a nacionalizar (es decir, que el Estado va a asumir sus deudas con dinero público) y que cuando sean rentables de nuevo, se privatizarán otra vez. Y esto no es la enésima interpretación de izquierdista de turno con infulas parasoviéticas. Es que el tipo lo ha anunciado tal cual, sin cortarse un pelo.
Pero también hoy empieza Cannes, desde donde no escribo. Pero sobretodo El Cosmonauta, la película copyleft de la que todo el mundo debería hablar, se estrena hoy. Bueno, esta semana en general, pero hoy era la fecha elegida hace meses, no por casualidad.
22 de febrero de 2013
Ranting que es gerundio
8
157 candidaturas para unos 60-70 puestos de voluntarios. Si no es el record que me aspen.
7
Tengo el DNI del Duque, chicas. Lo vendo a la mejor postora.
6
Vienen El Duque y Hugo Silva. Tiembla el Festival de Málaga.
4
- Mercedes Alvarez: Oye y qué ha pasado al final con lo de Víctor?157 candidaturas para unos 60-70 puestos de voluntarios. Si no es el record que me aspen.
7
Tengo el DNI del Duque, chicas. Lo vendo a la mejor postora.
6
Sigue la mezquindad sin límites de El País, único periódico que, interesadamente, no cita en portada que las citaciones del juez a Bárcenas y empresarios se deben a la querella de IU.
5Vienen El Duque y Hugo Silva. Tiembla el Festival de Málaga.
4
Ahora mismo en mega-portada en El País "la cúpula del régimen maniobra para entregar el poder al vicepresidente": curso de manipulación periodística 101. En general tal como era previsible la cobertura sobre la muerte de Chávez, vomitiva. Básicamente las medidas aplaudibles que ha tomado (no todas lo son ni de lejos) se resumirían a que han sido posibles gracias a su petróleo barato. Es como si dijéramos que el éxito socio-económico del modelo noruego se debe a que es el tercer mayor exportador de crudo del mundo (por delante de Venezuela of course), algo que es en ambos casos obviamente cierto pero que ha requerido de una evidente voluntad política (y por eso Noruega es un país tan estupendo y España no) pero claro, esa democracia es legítima porque socialdemócrata, y en la otra tenemos metida la pezuña en diversos sectores nacionalizados o nacionalizables, así que a los noruegos les va bien porque saben gestionar y los venezolanos han mejorado su situación porque les han llovido injustamente petrodólares del cielo. Viva la Transición.
3
Visto el documental de Canal Sur 'Dame Veneno' y verificado que el disco más influyente de la Historia del Rock español se grabó en una tarde y bajo efectos psicotrópicos.
2
Durante tres semanas servidor tunante va a ser jefe de RRHH de unos 75 empleados que van a trabajar sin cobrar: ahora ya saben porqué existe el hecho cultural francés.
1 - Tunante: ehhhh? Ah, Víctor Erice... al final parece que no viene: qué te dijo a ti?
28 de enero de 2013
Lo mejor de 2012 - el disco (y el otro)
1-4 intro instrumental
9-16 maratón español
22-24 cierre
No se olviden de la lista de los mejores discos de 2012.
Al final no ha sido mal año tampoco gracias a los recientes estrenos de Burial, La Bien Querida o Crystal Castles.
Instalación Fragile Territories en el Lieu Unique.
La portada es una foto sobreexpuesta y movida de esto.
La cuarta pata de mis recopilatorios sobre grupos de Nantes, tras el best-of de Dominique A, y el famoso doble disco que tanto tardé en terminar. En este caso incluyo muchos grupos que no conocía por entonces (o que no habían grabado nada). Contiene únicamente canciones de 2009 a 2012. Mención especial a ReNYX, el disco de relecturas de esa obra magna del pop francés que ya es Nyx (top#3 aquí en 2011).
(trilogía Nantes)
4 de enero de 2013
Lo mejor de 2012 - lista de discos
Como el recopilatorio no está listo pero ya hemos cambiado de año, voy a ir poniendo la lista de los mejores discos de 2012 según Chilled Records, y posteriormente iremos incorporando a esta entrada comentarios sobre los mismos y, claro, el enlace a la descarga del best-of 2012 cuando esté terminado. Como siempre, los espacios marcan los saltos de calidad: los tres primeros nos los llevamos a una isla desierta, los siete siguientes son imprescindibles y los diez restantes merecen claramente la pena. Y ya los discos del 21 al 30 no podemos defenderlos en su conjunto, pero contienen canciones valiosas.
Del 30 al 21, sin orden: Animal Collective, Tame Impala, Four Tet, The Shins, Nada Surf, The XX, Beth Orton, Brian Eno, C2C, The Bad Plus.
20 GODSPEED YOU! BLACK EMPEROR Allelujah!
19 ALT+J An awesome wave
18 MERMONTE Mermonte
17 CHROMATICS/SYMMETRY Kill for love/Imaginary film
16 KLAUS & KINSKI Herreros y fatigas
15 LOS PUNSETES Una montaña es una montaña
14 HEDNINGARNA &
13 CHAPELIER FOU Invisible
12 MATT ELLIOTT The broken man
11 HOLA A TODO EL MUNDO Ultraviolet catastrophe
10 JOHN TALABOT fin
9 LOS EVANGELISTAS Homenaje a Morente
8 BURIAL Kindred EP + Truant/rough sleeper EP
7 GRIMES Visions
6 DIIV Oshin
5 CRYSTAL CASTLES III
4 LA BIEN QUERIDA Ceremonia
3 SIGUR ROS Valtari
2 BEACH HOUSE Bloom
1 SPIRITUALIZED Huh?
![]() |
Ni que decir tiene que el recopilatorio sobre Spiritualized ya no saldrá hasta mayo o así. |
25 de diciembre de 2012
19 de noviembre de 2012
Resumen musical 2001 ~ 2010
01 The White Stripes 2003 Seven nation army
02 Franz Ferdinand 2004 Take me out
03 Clap Your Hands Say Yeah 2005 The skin of my yellow country teeth
04 Bloc Party 2005 This modern love
05 Phoenix 2009 Lisztomania
06 Daft Punk 2001 Aerodynamic
07 Arcade Fire 2004 Rebellion (lies)
08 Sebastien Tellier 2004 La ritournelle
09 Crystal Castles 2010 Vietnam
10 Los Planetas 2007 Alegrías del incendio
11 Extremoduro 2002 la vereda de la puerta de atrás
12 M 2003 La bonne étoile
13 Yann Tiersen 2005 La jetée
14 Vincent Delerm 2004 La natation synchronisée
15 The National 2009 So far around the bend
16 Animal Collective 2009 What would I want? Sky.
17 Beirut 2006 Elephant gun
18 Bon Iver 2007 Skinny love
19 Cat Power 2006 The greatest
20 Mumford & Sons 2009 Awake my soul
21 Sufjan Stevens 2005 Chicago
22 Sigur Rós 2002 Samskeyti
23 Weezer 2001 Island in the Sun
Los enlaces llevan a los recopilatorios en los que utilicé originalmente estas canciones. El título del disco remite al sample más importante de toda la década pasada.
Ejercicio suicida donde los haya, el recopilatorio con condiciones es el reto más absurdo al que todo melómano debe someterse cual Lars Von Trier del rock al menos una vez en la vida. Por supuesto el resto de compilaciones tienen sus propias restricciones (las que siempre fueron la marca de la casa: no repetir canciones, so peligro de clasificarse como off -fuera del catálogo; no abusar de los hits, primando la cara b, la rareza o el single foráneo al álbum; y luego las normas específicas a cada colección, como la serie de los Cafés, la de las ciudades, etc.), pero aquí el riesgo es someterse a una norma tan arriesgada como sincera: hacer un disco con las 23 canciones de la pasada década que más he escuchado en estos últimos 12 años. Sin poder descartar y sin poder añadir.
El proyecto en realidad no empezó por ahí: en un primer momento era mucho más ambicioso pues Chilled Records, en toda su grandilocuencia, pretendía nada menos que hacer un best-of de la década, juntar en un solo CD las 20 mejores canciones de un periodo de 10 años, algo absolutamente inasible. Hace ya tiempo que di por muerta esta idea, como tantas otras (Versalles, Granada...) pero recientes decisiones que anunciaremos pronto me han movido a darle un último impulso y resucitar la cosa y, vaya, al final ha quedado mejor de lo que jamás pensé que podría quedar (está feo que lo diga yo pero no soy Antonio Luque y no me dedico a decir yo las cosas malas para que el periodista tenga que decir las buenas).
Lo que más me gusta de todo esto es que, pese a la brutal sinceridad a la que te obliga una obstrucción como esta, he podido constatar que no tengo ninguna Rihanna que confesar: asumo todas y cada una de las 23 canciones como muy buenas canciones, cada una en lo suyo. La otra gran dificultad ha sido mezclar un disco con tantas canciones tan conocidas y tan quemadas y no sacar un recopilatorio quemado a su vez.
Ni que decir tiene que este disco espeja con la traicionera función de los iPods/iTunes/iEtc que desvela, con un simple click, las 25 canciones más reproducidas en la biblioteca de cada usuario. Descubrí esto durante unas frías navidades pucelanas, en la época en la que en España todavía decíamos 'ipod' y no 'aipod', gracias al -fracasado- intento villaverdino de poner a la hermana pequeña de una de nuestras colaboradoras en evidencia.
Como decíamos, estas son las canciones publicadas entre 2001 y 2010 que más veces he escuchado, sin repetir grupo eso sí, y cargándome algunas demasiado largas o que se alejaban demasiado del rock o de las estructuras del pop, como el mejor tema de jazz de toda la década (2003). También podía haber metido versiones alternativas, directos o remezclas, pero la idea era tener un disco lo más obvio posible y renunciar, por una vez, a seleccionar la canción difícil de encontrar en beneficio de la más absoluta claridad e inmediatez.
Sin duda el punto fuerte es cómo juego con los encadenamientos, que me han quedado todos fetén salvo la entrada y salida forzadas de Crystal Castles (no había manera de encajarlos pero tenían que estar) y el pegote final de Weezer que hay que tomarse como el típico bonus track que rompe la armonía del final del disco: la honestidad mandaba. El resto, como digo, parece que hubiera sido grabado originalmente así (bueno, igual exagero un pelín).
En cualquier caso la primera mitad del disco levanta cualquier fiesta (hasta la pausa Tellier), puesto que reproduce mi etapa nunca me entero/lentejas (el resurgir del rock de guitarras a principios de década, al que yo llegué tarde y del cual me salí pronto), mientras que la segunda manda a casa a los invitados pesados que pretenden alargarla hasta las tantas.
Para los estadistas: EEUU 10 Francia 6 España 2 Canadá 2 Reino Unido 2 Islandia 1, y eso que yo siempre paso por ser el pro-británico frente a Paco el pro-americano en el gran duelo de naciones de rock anglosajón... Observarán, por cierto, que de muchos de mis favoritos de los 90 (Portishead, Björk, Radiohead, Alpha, Archive, Massive Attack, Blur, Oasis, etc.), ni rastro de sus discos de los años 2000: para que no digan que no me renuevo.
Ejercicio suicida donde los haya, el recopilatorio con condiciones es el reto más absurdo al que todo melómano debe someterse cual Lars Von Trier del rock al menos una vez en la vida. Por supuesto el resto de compilaciones tienen sus propias restricciones (las que siempre fueron la marca de la casa: no repetir canciones, so peligro de clasificarse como off -fuera del catálogo; no abusar de los hits, primando la cara b, la rareza o el single foráneo al álbum; y luego las normas específicas a cada colección, como la serie de los Cafés, la de las ciudades, etc.), pero aquí el riesgo es someterse a una norma tan arriesgada como sincera: hacer un disco con las 23 canciones de la pasada década que más he escuchado en estos últimos 12 años. Sin poder descartar y sin poder añadir.
El proyecto en realidad no empezó por ahí: en un primer momento era mucho más ambicioso pues Chilled Records, en toda su grandilocuencia, pretendía nada menos que hacer un best-of de la década, juntar en un solo CD las 20 mejores canciones de un periodo de 10 años, algo absolutamente inasible. Hace ya tiempo que di por muerta esta idea, como tantas otras (Versalles, Granada...) pero recientes decisiones que anunciaremos pronto me han movido a darle un último impulso y resucitar la cosa y, vaya, al final ha quedado mejor de lo que jamás pensé que podría quedar (está feo que lo diga yo pero no soy Antonio Luque y no me dedico a decir yo las cosas malas para que el periodista tenga que decir las buenas).
Lo que más me gusta de todo esto es que, pese a la brutal sinceridad a la que te obliga una obstrucción como esta, he podido constatar que no tengo ninguna Rihanna que confesar: asumo todas y cada una de las 23 canciones como muy buenas canciones, cada una en lo suyo. La otra gran dificultad ha sido mezclar un disco con tantas canciones tan conocidas y tan quemadas y no sacar un recopilatorio quemado a su vez.
Ni que decir tiene que este disco espeja con la traicionera función de los iPods/iTunes/iEtc que desvela, con un simple click, las 25 canciones más reproducidas en la biblioteca de cada usuario. Descubrí esto durante unas frías navidades pucelanas, en la época en la que en España todavía decíamos 'ipod' y no 'aipod', gracias al -fracasado- intento villaverdino de poner a la hermana pequeña de una de nuestras colaboradoras en evidencia.
Como decíamos, estas son las canciones publicadas entre 2001 y 2010 que más veces he escuchado, sin repetir grupo eso sí, y cargándome algunas demasiado largas o que se alejaban demasiado del rock o de las estructuras del pop, como el mejor tema de jazz de toda la década (2003). También podía haber metido versiones alternativas, directos o remezclas, pero la idea era tener un disco lo más obvio posible y renunciar, por una vez, a seleccionar la canción difícil de encontrar en beneficio de la más absoluta claridad e inmediatez.
Sin duda el punto fuerte es cómo juego con los encadenamientos, que me han quedado todos fetén salvo la entrada y salida forzadas de Crystal Castles (no había manera de encajarlos pero tenían que estar) y el pegote final de Weezer que hay que tomarse como el típico bonus track que rompe la armonía del final del disco: la honestidad mandaba. El resto, como digo, parece que hubiera sido grabado originalmente así (bueno, igual exagero un pelín).
En cualquier caso la primera mitad del disco levanta cualquier fiesta (hasta la pausa Tellier), puesto que reproduce mi etapa nunca me entero/lentejas (el resurgir del rock de guitarras a principios de década, al que yo llegué tarde y del cual me salí pronto), mientras que la segunda manda a casa a los invitados pesados que pretenden alargarla hasta las tantas.
Para los estadistas: EEUU 10 Francia 6 España 2 Canadá 2 Reino Unido 2 Islandia 1, y eso que yo siempre paso por ser el pro-británico frente a Paco el pro-americano en el gran duelo de naciones de rock anglosajón... Observarán, por cierto, que de muchos de mis favoritos de los 90 (Portishead, Björk, Radiohead, Alpha, Archive, Massive Attack, Blur, Oasis, etc.), ni rastro de sus discos de los años 2000: para que no digan que no me renuevo.
18 de noviembre de 2012
El deshielo de Chilled Records?
Siguiendo esa constante necesidad de darle un sentido narrativo a la existencia de las cosas, me atrevo a decir que las características de los tres recopilatorios anunciados tiempo ha les hacen candidatos a ser los últimos que vean la luz.
No es la primera vez que amenzado con cerrar Chilled Records y quizás no sea la última (lo que me convertiría en un Michael Jordan, Lance Armstrong o Michael Schumacher cualquiera, y no me dejen poner ejemplos de rock porque entonces esta entrada no terminaría nunca), pero sí es la primera vez que lo veo con mayor nitidez y que existe la posibilidad real de que todo esto eche el cierre (y cuidadín con que la onda expansiva no afecte a Tunantes), ya que llevo rumiando la idea durante más tiempo que otras veces.
CR ha vivido diversas mutaciones (el cambio de las casetes a los CDs/descargas -pero sigo escuchando las cintas aquí en Nantes, no teman- o la perdida de los dos colaboradores más prolíficos, origen de las primeras dudas sobre la continuidad de la cosa) pero también ha mantenido unas constantes (discos de ciudades, bests-ofs de grupos, resúmenes del año, colecciones y series, monotemáticos sobre canciones...) que daban fe de su solidez (vaya, parece que estuviera buscando inversores: no se preocupen, el servidor lo paga mediafire).
Spiritualized: otro proyecto de largo recorrido... |

Sin embargo, en los últimos años, la mayoría de recopilatorios giran en torno a las novedades del momento y bueno, servir de filtro cuando se posee el excelso gusto melómano que me conocéis siempre está bien (por aquello del servicio social y tal), pero a uno no le motiva demasiado (el introvertido que ha agotado su energía, según esta excelente viñeta). Hasta hace bien poco lo que tiraba del carro eran las ganas de demostrarme que podía terminar el permanentemente aplazo por ambicioso y por lo tanto imperfecto triple recopilatorio (toma pitchforkazo) de grupos de Nantes, ciudad que vive una soterrada explosión musical en la actualidad y que, siendo justos, merecería una segunda parte (es decir, una cuarta) que incluyera todos esos nuevos grupos que adoro y que ni siquiera aparecen en mis discos. Pero Nantes/Naoned me dejó exhausto y sin ganas de seguir con los que se han quedado en la cuneta (Granada, Versalles...).
Como decía, en los últimos años ya no tengo ideas nuevas para recopilatorios, es decir, conceptos de los que partir (para al final poner a los mismos grupos de siempre con la excusa de la agrupación temático/narrativa pero eh, qué quieren) y me estoy limitando a materializar las que llevaban tiempo en el cajón. Además, nunca fui fan de hacer discos sobre ideas no musicales, aunque recientemente hemos albergado dos glorias en la forma de Night (canciones que incluyeran la palabra en su título) y del vacazulesco Quiero ser Santa (con motivo de la visita papal a Madrid) para contradecir lo que acabo de enunciar. Esta falta de ideas de recopilatorio nuevas no quita para que estos años me hayan ido curtiendo: precisamente pienso que la mayoría de mis mejores discos los he sacado recientemente (fácil de decir por la imposibilidad de distanciamiento), y ahí están Our nature is not a trap, CR11, Tú lo nievas o los Lord 2 y 3 para demostrarlo.
Es muy probable que CR tal como lo conocemos desde 1999 desaparezca, porque de lo contrario estamos abocados a reconversión (ahora ya no voy a tener tiempo de echarle tantas horas) y miren, yo lo de hacer listas de Spotify, qué quieren que les diga, como que se lo dejo a los débiles. Otra opción, mucho más noble pero igual de absurda, es la de hacer mixtapes en un triste mp3 sin separar las canciones: hay muchos francamente buenos, y vienen bien para descubrir cosas o para admirar la pericia de tal o cual indie kid pero la verdad, estamos en 2012, en pleno boom del html5, de la computación distribuída y tal, y aquí hay señores que te plantan un mp3 de 90 megas que tienes que ir escudriñando a mano para encontrar la canción que buscas, como cuando aún no había llegado el CD, se acuerdan? Puedo entender que quizás se haga por temas legales o porque quieren obligarte a oirlo en orden y de una sentada, objetivo tan loable como utópico hoy en día (aunque yo comparto esta idea de disco, con principio, final o caras A y B, no toco el bajo de espaldas y entrego los mp3 ya cortados y etiquetados).
Siendo así, el calendario nos arroja un escenario en el que noviembre o diciembre debería ver el final de mi etapa psicodélica con el tantas veces postergado best-of de mis adorados Spiritualized (sin Spacemen 3), a lo que unas semanas después (el 31 de diciembre, acompañado como es costumbre de la ansiada lista de los mejores discos de 2012) debería unirse el clásico resumen de lo mejor del año (para cerrar de una vez mi fastidiosa tendencia de esta década entrante de no utilizar más que canciones recién publicadas. Luego ya habría que esperar hasta, digamos, mayo de 2013, para que el círculo se cierre con el unsingles de R.E.M., disco con las mejores canciones que no fueron sencillos y que espeja con una de las primeras cintas que publiqué en aquel lluvioso septiembre vallisoletano de 1999. Así que ahora que ya lo saben: les quedan aún unos meses para entregarme sus recopilatorios si tienen alguno en mente. A menos que de aquí a entonces decida que, con la mayor literalidad posible, esto es lo que realmente me da de comer, como buen introvertido que soy.
9 de noviembre de 2012
3 de noviembre de 2012
Godspeed You! Black Emperor VS Nanchester
Dos baterías, dos bajos, tres guitarras, un violín y cero cantantes: enumerar la alieneación del grupo canadiense faro del emblemático sello Constellation da ya una buena medida de a qué pueden sonar los GY!BE en su triunfal regreso tras ocho años de proyectos paralelos menos interesantes. Yo siempre fui más de Mogwai, que son más comerciales (también hay distinciones en el post-rock, no crean), pero estos ayer me impresionaron lo suyo. Pero primero:
Desde la recién terminada Seminci me llega, vía Ana y Rubén un precioso disco de la enésima colaboración de Occidente con músicos de Mali, auténtica patria africana del rock y lugar probable de nacimiento del mismo, o al menos de la corriente musical que inspiró a los negros americanos a crear el blues, padre putativo del rock. Esta vez Occidente pone una trompeta de jazz nocturno (sí, hombre, eso que tocaba Miles Davis, así como una suerte de trompeta ronca y solitaria) y el maliense lo de siempre, la voz estupenda y sobretodo la guitarrilla esa tan típica cuyo nombre debería conocer.
Ayer estuve en el evento central del festival de música indie que tenemos en Nantes, el Soy Festival, al que casi nunca voy porque no conozco a los grupos (imagínense: es que es indie en el sentido primigíneo del término) o me tientan poco. Como bien dijo cuando pasó por aquí JD Beauvallet (acaso el crítico francés de rock más importante que ha habido jamás) explicando la mutación de los Inrockputibles en semanario sociológico, la música ya no es tan importante para la gente (ni para los jóvenes siquiera) como lo podía ser en los 70, los 80 o incluso los 90: esta es la razón que explica porqué el post-rock de hoy no se considera tan relevante para la historia de la música como lo fue el rock progresivo en los 70. De ser así, Godspeed You! Black Emperor serían hoy considerados los Pink Floyd de nuestra era (lo que convierte a Mogwai en los David Bowie de la actualidad, supongo con cierto vértigo).
Pero ay amigo, la música ya no es más que un ocio como cualquier otro, como ir a patinar, y por eso GY!BE son más bien tirando a desconocidos por el gran público. Y digo el gran público, porque ayer el grand atelier del Lieu Unique (la sala más chula de la ciudad, sin duda, con sus alfombras, tablas recuperadas de madera colorida, sus dimensiones tipo fábrica -porque lo era- etc aunque creo que es solo la segunda vez que entro, tras el concierto de los Young Marble Giants en 2010) había mucha más gente que para ver a los Pains que son, en principio, más populares. De hecho no quedaban entradas y eso que rozaban los 30 eurazos: me cuesta entender que más de un millar de personas acudan a un concierto de los GY!BE en una ciudad de provincias y sólo puedo explicarlo porque se presenta en el marco de un festival (palabra mágica donde las haya y que va camino de vaciarse de contenido a velocidad 'convivial'...) y/o porque Nantes vive una soterrada explosión musical, como vengo diciendo aquí desde hace tiempo. Al parecer su concierto de 2003 en el Olympic ya fue mítico, tanto que puede encontrarse en la red. Ayer tocaron durante dos horas y creo que no cayeron más que cinco canciones...
Desde la recién terminada Seminci me llega, vía Ana y Rubén un precioso disco de la enésima colaboración de Occidente con músicos de Mali, auténtica patria africana del rock y lugar probable de nacimiento del mismo, o al menos de la corriente musical que inspiró a los negros americanos a crear el blues, padre putativo del rock. Esta vez Occidente pone una trompeta de jazz nocturno (sí, hombre, eso que tocaba Miles Davis, así como una suerte de trompeta ronca y solitaria) y el maliense lo de siempre, la voz estupenda y sobretodo la guitarrilla esa tan típica cuyo nombre debería conocer.
Ayer estuve en el evento central del festival de música indie que tenemos en Nantes, el Soy Festival, al que casi nunca voy porque no conozco a los grupos (imagínense: es que es indie en el sentido primigíneo del término) o me tientan poco. Como bien dijo cuando pasó por aquí JD Beauvallet (acaso el crítico francés de rock más importante que ha habido jamás) explicando la mutación de los Inrockputibles en semanario sociológico, la música ya no es tan importante para la gente (ni para los jóvenes siquiera) como lo podía ser en los 70, los 80 o incluso los 90: esta es la razón que explica porqué el post-rock de hoy no se considera tan relevante para la historia de la música como lo fue el rock progresivo en los 70. De ser así, Godspeed You! Black Emperor serían hoy considerados los Pink Floyd de nuestra era (lo que convierte a Mogwai en los David Bowie de la actualidad, supongo con cierto vértigo).
Pero ay amigo, la música ya no es más que un ocio como cualquier otro, como ir a patinar, y por eso GY!BE son más bien tirando a desconocidos por el gran público. Y digo el gran público, porque ayer el grand atelier del Lieu Unique (la sala más chula de la ciudad, sin duda, con sus alfombras, tablas recuperadas de madera colorida, sus dimensiones tipo fábrica -porque lo era- etc aunque creo que es solo la segunda vez que entro, tras el concierto de los Young Marble Giants en 2010) había mucha más gente que para ver a los Pains que son, en principio, más populares. De hecho no quedaban entradas y eso que rozaban los 30 eurazos: me cuesta entender que más de un millar de personas acudan a un concierto de los GY!BE en una ciudad de provincias y sólo puedo explicarlo porque se presenta en el marco de un festival (palabra mágica donde las haya y que va camino de vaciarse de contenido a velocidad 'convivial'...) y/o porque Nantes vive una soterrada explosión musical, como vengo diciendo aquí desde hace tiempo. Al parecer su concierto de 2003 en el Olympic ya fue mítico, tanto que puede encontrarse en la red. Ayer tocaron durante dos horas y creo que no cayeron más que cinco canciones...
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