Vamos a intentar no repetir tal cual lo que se está diciendo por ahí, a ver si saco algo en claro. Prepárense para los paréntesis más largos de todos los tiempos:
1 Los griegos mintieron sobre su deuda, pero nosotros sobre nuestros bancos, que eran estupendos y funcionaban fetén cuando, visto desde la perspectiva actual, es complicado explicar que ninguno de nosotros viera como evidente que cuando has dado chorrocientos créditos para comprar casas que no te han sido pagados y te estás comiendo todas esas casas que, obviamente, valen mucho menos de lo que hiciste creer (aquí el sujeto cambia, porque no son los bancos, sino las constructoras o peritos o quien toque, pero lo mismo da: por el bien de la claridad agruparemos a toda esta gente en un único ente, pues todos salen beneficiados de las fechorías del resto del grupo, al que llamaremos el Mal) a sus ingenuos compradores, pues tienes un agujero de aquí a Cuenca.
2 Porque no es el Estado el que está terriblemente endeudado (como ya saben, tenemos menos deuda que muchas primeras potencias, empezando por Japón, EEUU o Francia), sino los bancos (y la gente, la famosa "deuda privada"), que no saben de donde sacar la pasta ahora que a todo el mundo le ha dado por ser pobre y dejar sus trabajos para no pagar sus hipotecas. Lo de las modas, ya se sabe, es impredecible. Ahora, cierto parece que de ahora en adelante la deuda pública puede subir estrepitosamente, porque se contrae el PIB (y también la recaudación) ergo el porcentaje de la deuda sobre el mismo aumenta, pese a que la cantidad absoluta no suba tanto (tijeretazos mediante).
3 A estas alturas debería estar meridianamente claro que, aunque estemos en el momento más bajo de la situación macroeconómica de España, no hemos tocado fondo en las consecuencias de todo ello: en 2013 más paro (o al menos paro real más alto, ya se encargarán de maquillarlo con legislaciones ad hoc) y sobretodo peores condiciones de vida, empezando por las laborales (que no se reduce a cuánto cobras o cuánto te dan por el despido, o la edad de jubilación, sino muchas otras cosas) y en consecuencia arrastrando a todo lo demás
4 Ante este panorama sólo cabe centrarse en Silva/Cesc y el posible ascenso del Pucela. Es mi recomendación personal. Eso, o darle dinero a los pobrecillos del Cosmonauta, a ver si terminan de una santa vez la película (necesitan pelas para la BSO y los efectos, pero ya han terminado de montarla). O incluso abrir los ojos como platos ante el nuevo e inesperadísimo disco de Hedningarna, agárrense, 13 años después del suave Karelia. Ah, y replicando a Boyero: vean Crematorio (miniserie española de ocho capítulos sobre quiénes forman ese Mal, donde no se salva ni dios): es el momento más adecuado para hacerlo.
5 Ay, que no he hablado de los mineros: ni que participara del apagón informativo! Ya les dije, no muy sutilmente, que la violencia no solo es absolutamente legítima en determinados contextos, sino que es probablemente condición sinequanon, porque el Mal solo reacciona ante ella, ante lo que realmente pone en peligro su estatus. La pancarta-polémica amenazando a los hijos de los poderosos es, cuando menos, curiosa. No es que me parezca estupenda, porque esta gente cuando se pone es realmente muy bruta y no siempre distingue entre el Mal y el neutro, pero vamos, está claro por donde hay que tirar. Más mineros violentos y menos pacifistas asamblearios es lo que puede remover las cosas. Sería mejor que los métodos del 15M se impusieran al quemaneumatiquismo de los mineros, pero eh, los hechos son tozudos, y eso es lo que funciona y lo que el Mal escucha (parcialmente), y no lo que se diga desde Sol. Porque se dice de buenas. Algunos piensan que no son más que unos violentos que reclaman subvenciones para una industria muy contaminante y encima luego gastárselo en putas y cocaína, pero a grandes rasgos entiendo que piden que se cumplan los plazos de reconversión, que se cumpla con lo pactado, es decir, que se invierta en la reconversión industrial (a energías renovables) antes de cerrar el grifo de las ayudas (subvenciones que reciben, a millones, todos los sectores deficitarios económicamente pero que se consideran vitales para un país porque su ausencia reduce su soberanía de recursos, como la ganadería, y así debe ser; lo que no es normal es que lo más importante de todo -la gente que produce nuestra comida- no tenga lugar en el sistema económico en el que vivimos y comemos), para no dejar tirada, sin trabajo ni formación ni reciclaje posible, a toda esa gente cuyo nivel educativo es, como decir, tirando a bajillo. Y lo de que el carbón español sale más caro que comprarlo fuera, pues no sé, es la esencia misma de la globalización y yo pensaba que estábamos en contra se manda al paro a la gente de la zona a cambio de emplear, literalmente, niños, en países donde el concepto mismo de salario es poco menos que dudoso (y la seguridad laboral ni se ha inventado), y encima en cosas como la minería. Que no estamos hablando de que los franceses nos tiren la fresa o destrocen MacDonald's y campos de maíz transgénico (sí, era la misma gente en los tres casos: José Bové y cía, lo que debería hacernos reflexionar sobre lo de la fresa para no caer en contradicciones ideológicas), sino de un trabajo que es MUY jodido per se.