Nada de limpio: producir la electricidad que consumen, en emisión de gases, contamina el equivalente en gasolina a 3 litros a los 100 km (en España). Y eso sin tener en cuenta lo que contamina, que no es baladí, la fabricación de esas baterías (y su posterior desecho).
De cualquier modo el problema de fondo sigue siendo que los avances técnicos no permitan poner en duda un modelo de ciudad dibujada para la circulación de vehículos individuales a motor (y vaya que si son individuales en su descorazonadora mayoría). Ya si eso para otro día el tema de la peligrosidad y tal.