2015 estará siendo un año musicalmente fasto, pero el disco que más he escuchado por ahora sigue siendo el mejor de 2014, Lost in the dream de The War On Drugs, que son los hermanos Coen del rock actual: muy buenos pero con capacidad para llegar a todo el mundo. Es un tipo de música que no necesita de grandes referencias melómanas para poder apreciarse, que no necesita de una educación previa del oído al rock psicodélico, que no necesita lecturas extensas pitchforkianas para comprender que se trata del disco de confirmación de uno de los grupos más interesantes del rock normal actual. Puro normcore.