Con la emisión, por fin, de Retorno a Lilifor, suerte de continuación de Muchachada Nui (tras el detrásdelalineaporfavor que fue Museo Coconut), que era a su vez una versión mejorada de La Hora Chanante, regresa uno de mis personajes favoritos de la televisión: este. Si estuviéramos en la Inglaterra de de los 70 esta gente gozaría de otra consideración.
Y eso me ha hecho recordar que debe de haber algo en el agua de Albacete para que de allí provenga también la comedia de mayor culto de la historia del cine español, Amanece que no es poco, uno de los festivales de cine más interesantes en cuanto a programación y encuentros de todo el país, el Abycine, así como tres de los grupos más importantes de la historia del indie español: los seminales Surfin' Bichos, de los que emanaron Mercromina y Chucho.
En realidad ha sido este homenaje al Magic de Fernando Alfaro (o sea, Chucho) lo que me ha empujado a hablar de Albacete, así que pinchen corriendo porque es señal inequívoca de que se ha convertido oficialmente, en 2015, en lo que tradicionalmente suele llamarse un clásico, en este caso de la música indie (que no se puede decir que cuente con muchos en el sentido literal del término y no en el del desgastadísimo adjetivo de la perezosa prensa musical).