- el cierre del cine más antiguo de Castilla y León, el de la República, el único que quedaba en el centro (sic), que si Casino (en pleno boom del juego online, esto tiene tanto futuro como Eurovegas o lo que iban a hacer en Monegros), que si la Seminci al Carrión (toma anuncio irreal del Ayuntamiento para aplacar los encendidos ánimos cinéfilos), que si fachada a conservar porque Art Déco, etc.
Para más inri, el día mismo del cierre (antesdeayer) mi festival presenta en Nantes el estreno nacional (francés) de la última producción de su dueño (La brujas de nosédónde), el inefable Enrique Cerezo P.C.. Es el presidente del equipo líder de la liga (algún día le pillarán los chanchullos entre sociedades, como a su antecesor en el cargo, Gil, porque del Madrid y Barça sabemos de donde sale la pasta -recalificaciones, ACS, Qatar, la tele, impagos al Estado... pero las millonadas que se gasta este equipo dan qué pensar, ya que en teoría tiene muchos menos ingresos), pero también es el Michael Jackson del cine porque ha comprado media historia del cine español para hacer caja cada vez que cualquiera quiera programar cine español en algún lugar del planeta (ya saben que Jacko compró las canciones de los Beatles cuando su "amigo" Paul McCartney le avisó de que el futuro del negocio de la música residía en los royalties).
Peor aún, en una maniobra publicitaria de libro (de guión, en este caso), el estadio del equipo que preside el productor de la película aparece citado de forma totalmente gratuita en la película.
- Con todo, Alternativa Universitaria está ahora mismo en la portada de El País (y es la noticia más leída) con un articulazo bien merecido: este periódico es una chusma salvo cuando nos sacan, ya se sabe, y además es el que consulto a diario, porque al final es importante saber qué están leyendo los que se creen tus semejantes. Además salen por haber hecho otra vez una réplica a ese anuncio (que sale el nuevo CISSE!) de embutidos embutido (perdón) en buenos sentimientos que ha vuelto a perpetrar Iciar Bollaín. Fiambres que por cierto ahora pertenecen a los chinos y a los mexicanos, pero eso sí, vendemos salchichas porque hay que estar orgulloso de ser español.
En una España más justa y civilizada, las campañas de Campofrío provocarían la misma indignación global que las de Axe, independientemente de que a ambas les hayan funcionado muy bien tanto los anuncios como las polémicas y denuncias posteriores. Uno te dice que si compras su desodorante la mujeres caerán a tus pies no rendidas, sino sometidas, mientras que el otro te dice que España va fatal pero sabemos vivir mejor que los demás alegrándonos con lo importante, y comprando choped.