27 de diciembre de 2013

Lo mejor de 2013


Aunque hace ya rato que el título de esta entrada es una contradicción en los términos, este año se han publicado muchos discos interesantes dentro de esos parámetros de musica con elementos de rock que es lo que al final del día escucho (así que el jazz, el blues, la música contemporanea o ese maravilloso concepto nada racista que es las músicas del mundo, suelen quedar excluidos de consideración, y asumo plenamente la contradicción que eso añade a este esfuerzo intrínsecamente desnortado).

Pero los 7+1 discos absolutamente imprescindibles de 2013 son:

Arcade Fire reflektor
Balago darder
Boards of Canada tomorrow's harvest
Burial rival dealer EP
Daft Punk random access memories
My Bloody Valentine m b v
Oneohtrix Point Never R plus seven
Pantha du Prince & The Bell Laboratory elements of light

El frente nantés se ha mantenido tranquilo (hasta que vuelvan las Mansfield) y los grupos que están o estaban protagonizando esa soterrada explosión musical van sacando sus discos (Von Pariahs, College, Elephanz... Pégase en un mes, y los DAN más adelante) sin causar demasiado revuelo, como era de prever. Tampoco ayuda el cierre del Stakhanov (adiós de mometo a la Reverb Church y las Fvtvr parties) y del Violon Dingue y es probable que el suntuoso Stéreolux / La Fabrique haya fagocitado y diluido un poco la cosa. El éxito nacional e internacional de C2C tampoco ayuda a que se hable de otros grupos locales.

En España, lo mismo. Salvo por esa nueva cumbre del post-rock nacional que es el vinilo de Balago, los grupos siguen sacando discos notables (Triángulo, Extremo, Delorean, Pauline en la Playa, Joe Crepúsculo...) pero se percibe cierto agotamiento y repetición y ahí se espera (sentado, eso sí) a Los Planetas para remediar la cosa en 2014, ya que hasta ahora andaban muy ocupados con sus muy destacables grupos paralelos (Evangelistas, Solynieve, Pilotos...).

Sí hemos de apuntar la consagración de un movimiento a caballo entre 40 Principales y Radio 3: bandas que aprovechan la etiqueta indie (o la crítica de esta, lo mismo da) para untarse una capa de legitimidad musical; no tenemos una opinión furibunda que dar pero no es un sonido con el que consigamos conectar. Esto es algo que se inventó Deluxe y hoy Supersubmarina, Love of Lesbian (sic), Lori Meyers, Dorian, Pereza y sobretodo Vetusta Morla son sus máximos exponentes. Que grupos tipo Nudozurdo no gocen de, al menos, la misma popularidad que estos, demuestra hasta que punto hay un problema de fondo con esta escena, aunque siempre mejor ellos encabezando festivalillos latinos que no los Maná o Malú de turno.

Y en el resto del mundo que no es Nantes ni España, el año ha quedado ordenado en dos semestres muy claramente divididos por los lanzamientos de los dos discos más importantes del año a todos los niveles, como son los de Arcade Fire y Daft Punk (capaces de hacer un disco con todos los estilos musicales más odiados, pasados de moda u olvidados y que el resultado se asemeje a esa gloria de la música francesa reciente que fue Discovery, y de paso volver a marcar la tendencia musical de todo el próximo lustro, como sucedió con los tres discos anteriores). Los canadienses por su parte han demostrado, a la postre, que su springsteeniano disco anterior, con el que se llevaron el Grammy contra todo pronóstico (lo que dio origen a un tumblr muy gracioso) estaba un punto por debajo del resto de su abrumadora discografía.


Del resto, qué decir cuando la canción de este año que más he escuchado dura más de 17 minutos. Bastantes buenos discos de grupos ya conocidos pero cuya atención mediática ha decaído (el ansia por la novedad y lo rompedor, ya se sabe). Dejémoslo en que por mi parte guardo alrededor de 40 discos de 2013 perfectamente defendibles y que he escuchado muchas veces de principio a fin (como cada vez menos gente hace), así que igual no ha sido tan mal año musical.

18 de diciembre de 2013

Sigur Ros VS Radiohead

Valtari y Kveikur son a Sigur Ros lo que respectivamente Kid A y Amnesiac fueron a Radiohead: dos discos sacados en el intervalo de unos meses, con todo el mundo pensando que el segundo se publica para corregir el error comercial del primero cuando el primero es netamente superior, y menos convencional, que el segundo.

De Kid A se decía que era un fracaso, un disco sin singles, demasiado experimental, y con el tiempo se ha consolidado según parte de la crítica como el mejor disco de Radiohead (yo no iré tan lejos) y como uno de los mejores de la historia reciente del rock, con el plus añadido de haber servido para popularizar a Aphex Twin o Autechre. Amnesiac, en cambio, con sus singles obvios, parece ahora una colección de descartes de Kid A y, sin llegar a ser el peor disco del grupo es muy irregular y no es un álbum que nadie en su sano juicio pueda escuchar de principio a fin.

Pues bien, lo mismo está sucediendo con Sigur Ros en 2012/2013. Valtari fue vilipendiado por demasiado instrumental, tranquilo, 'de texturas', etc. cuando lo que la gente parece apreciar del grupo son sus arrebatos de épica nórdica, cuya traslación en Kveikur es relativamente monótona. Kveikur fue publicado en 2013, apenas unos meses después de Valtari (2012), porque no había manera de salir de gira con un disco de ambient post-rock, pero también para marcar el nuevo camino del grupo tras la marcha de nuestro querido Kjartan, elemento clave en el sonido Sigur Ros. Pinta mal la cosa. Háganme caso, los imprescindibles son Kid A y Valtari.

13 de diciembre de 2013

Cosecha 2013 (y 2)

Veamos que ha dado de sí el segundo semestre en términos musicales. Os dejo con una segunda hornada de canciones extraídas de otros discos de 2013 no presentes aquí.

Oneohtrix Point Never chrome country
Arcade Fire afterlife
Burial come down to us
Caspian (hymn for) the greatest generation
Chvrches the mother we share
Darkside heart
Deafheaven irresistible
Delorean unhold
Destroyer del montón (Sr Chinarro)
Emiliana Torrini tookah
Mazzy Star in the kingdom
McEnroe la veleta (2012)
Pauline en la Playa relevé
Triángulo de Amor Bizarro estrellas místicas
VVAA After Dark 2

11 de diciembre de 2013

Vivimos en un mundo... (1 de 550)

...en el que una de las razones con peso real para no volver a la hora natural española (la de Londres), es la oposición del gobierno canario, que perdería la mayor campaña gratuita de promoción de una marca e identidad regionales que ha existido en la historia de este país ("...una hora menos en Canarias" repetido cientos de veces al día desde hace décadas en todos los medios de comunicación). La de millones que se gastaron con Galicia calidade, Asturias paraiso natural, Cantabria infinita, Castilla y León tierra de sabor, etc etc cuando bastaba con mantener a 40 millones de personas con el horario equivocado y te ahorrabas un pastizal.

Como es una de esas reformas que de puro obvio y necesario terminaran sucediendo (aunque muy tarde, y mientras tanto se pagan las consecuencias) aunque sean los hombres de negro los que la tengan que imponer, la continuación lógica de esto es que Canarias va a terminar con la hora de Nueva York.

2 de diciembre de 2013

Juegos de mesa vistos desde fuera

Algunos ya sabéis que a los veinteañeros y treintañeros franceses les vuelve locos los juegos de mesa desde hace ya tiempo (tenemos un buen ejemplo residente en Valladolid desde finales de los 90...). No estamos hablando del Trivial Pursuit (1982), estamos hablando de esas cajitas pequeñas con un mapilla y unas pocas cartas, y a tirar millas.

He estado ojeando un poco sobre este curioso mundillo, yo que vengo de la fría tecnocracia de las consolas y PCs, pero que como todo hijo de vecino he jugado a estas cosas de pequeño, aunque fueran más simples que las que son objeto de esta entrada. Lo primero que me llama la atención es lo recientes que son algunos.

Resulta que el juego de los lobos lo inventó un soviético (en una fría noche, seguramente) en el Moscú de 1986, y que basaba toda tu mecánica en una población informada versus una población desinformada (y esta última debía desenmascarar a la otra, añadan todas las capas de ironía que gusten a todo esto). El juego se llamaba Mafia y al poco adoptó una temática de hombres-lobo, tras lo cual salió de la URSS para triunfar en los pasillos de las residencias de Princeton y de ahí al resto de occidente. En 2001 se edita en Francia la versión que todos conocemos y que se practica en algunos bares de Nantes o en los típicos encuentros ala Utopiales.

Lo segundo que me ha llamado la atención es que el Risk (uno de mis preferidos) lo inventó en 1957 nada menos que Albert Lamorisse, solo un año después de ganar en Cannes con uno de los cortometrajes más famosos de la historia del cine (y el único corto de la historia en haber ganado el Oscar al mejor guión, gracias wikipedia), que recientemente fue objeto de un homenaje/remake/nos-da-igual-como-lo-llamemos-porque-es-una-buena-excusa-para-tener-otra-buena-pelicula-de Hou Hsiao-Hsien.

El Catan, que vuelve locos a algunos, y seguramente máximo exponente junto con los lobos de este nuevo movimiento, aparece sólo en 1995 en Alemania, y tiene pinta de parecerse mucho a los juegos de estrategia y de gestión de recursos que tanto éxito han tenido en los ordenadores desde SimCity.