Si algo ha conseguido la seudoindustria del cine español es convencer en el extranjero de que todos los males del sector en España provienen de la piratería, siendo la subida del IVA un mero apuntalamiento. Me dan arcadas cada vez que veo un artículo francés o inglés sobre el cine español desde el punto de vista industrial. Como si la gente no fuera a ver cine español porque lo están descargando como locos...
Si fuera cierto y la piratería del cine fuera tan importante en España, todo el mundo (especialmente los jóvenes) estaría hablando de cine español, de tal o cual película, porque aunque nadie la viera en el cine, mucha gente la habría visto en sus portátiles. Es obvio que esto no es así y que las descargas (que no son piratería, y que de hecho hasta que no entre en vigor el gallardonazo -y aun así veremos- son perfectamente legales salvo en el caso de los programas informáticos) reflejan la taquilla de los cines, esto es, que la peli más descargada es Iron Man o la que toque, y no una de Isabel Coixet.
Y qué leches, que con esto se evita afrontar los verdaderos problemas del cine: que la gente no descarga películas, sino series, porque es lo que ve todo el mundo. Que el sistema de ventanas de distribución ha quedado obsoleto con los avances tecnológicos y que no son dichos avances los que han de adaptarse al funcionamiento de la industria sino al revés. Cuándo se ha visto que vaciáramos un mar para que los carruajes lo atravesaran? Un tipo listo llegó e inventó el barco, y el lobby de los carruajes se echó las manos a la cabeza.
Y que las películas son muy caras, leñe, porque se gasta una cantidad tremenda de dinero en la parte más frívola de esta creación cultural, invalidando parcialmente el argumento de que hay que subvencionarlo como cualquier otra disciplina artística. Que digo yo que si bajamos el caché de los actores la obra sigue siendo igualmente un aporte a la sociedad, pero más barato. Eso y lo de que crea empleo... enfin. No es que sea la industria más rentable en términos de creación de empleo... con que la mitad del dinero que se gastan en crear decorados se derivara a crear puestos en el sector de la difusión cultural en España, ya se crearían puestos remunerados en esas pequeñas muestras de cine gestionadas por voluntarios por toda la geografía subpirenaica. Y encima tendríamos más cinéma vérité.
O, mejor anú, que se bajara el caché de los compositores de bandas sonoras, algunos de los cuales no es que sean precisamente pobres, y con eso tendríamos menos pianos y violines llorones en el cine español, y creábamos algunos puestos más aquí y allá, como con los decorados. Se pierden cuatro puestos de 10.000 € pero se crean cuarenta de mil.
Y que las películas son muy caras, leñe, porque se gasta una cantidad tremenda de dinero en la parte más frívola de esta creación cultural, invalidando parcialmente el argumento de que hay que subvencionarlo como cualquier otra disciplina artística. Que digo yo que si bajamos el caché de los actores la obra sigue siendo igualmente un aporte a la sociedad, pero más barato. Eso y lo de que crea empleo... enfin. No es que sea la industria más rentable en términos de creación de empleo... con que la mitad del dinero que se gastan en crear decorados se derivara a crear puestos en el sector de la difusión cultural en España, ya se crearían puestos remunerados en esas pequeñas muestras de cine gestionadas por voluntarios por toda la geografía subpirenaica. Y encima tendríamos más cinéma vérité.
O, mejor anú, que se bajara el caché de los compositores de bandas sonoras, algunos de los cuales no es que sean precisamente pobres, y con eso tendríamos menos pianos y violines llorones en el cine español, y creábamos algunos puestos más aquí y allá, como con los decorados. Se pierden cuatro puestos de 10.000 € pero se crean cuarenta de mil.
Luego está, como sucedió en su día con la música, que las ventas van por grandes ciclos generados por la llegada de nuevos soportes que relanzan los mercados moribundos. El CD relanzó en los 90 la compra de música, y el DVD relanzó a finales de década y casi toda la siguiente la venta de películas, de capa caída desde hace años por el agotamiento del VHS. No es la piratería la causante de la crisis del CD ni del DVD, es su propio colapso natural y previsible. Muchos estudiosos ya apuntaron en su día que el CD caía por la moda del DVD, es decir, que la gente estaba comprando menos música y más películas. Y ahora la gente está comprando menos películas y gastando ese dinero en tarifas planas de internet para descargar series y jugar en facebooks y twitters, y en contratos de móviles, tabletas o lo que toque. No es culpa nuestra si una industria se ha dejado comer la merienda por otra.
Luego también está el que si en España hubiera una oferta sencilla de utilizar, habría más gente pagando por las descargas en lugar de pagar únicamente al sector de las telecomunicaciones. Eso es cierto, lo que no quita para que haya que poner en duda a todos los apologetas para quienes la causa de todos los males empieza y termina con la tremenda cantidad de descargas que tanta gente debe de estar haciendo de las películas de Fernando León.