3 de octubre de 2012

Let me swing among those stars

La Tierra no gira sobre sí misma, y la Luna no gira en torno a la Tierra, sino que ambas lo hacen en torno al centro de masas de ambas que, dado el tamaño de la Tierra, se encuentra dentro del planeta, bajo la superficie, pero no en el centro ni mucho menos.

Si no fuera por el principio antrópico (bien apuntado en el último episodio de Big Bang Theory -que es una comedia americana convencional, pese a que el nombre parezca aludir a un documental de la BBC), no consideraríamos a la Luna un satélite nuestro sino que hablaríamos de un sistema binario de doble planeta, como hacemos con Plutón y Caronte (aunque estos ya no sean ni planetas) y tantos otros fuera del Sistema Solar.

No es una casualidad cósmica que siempre veamos la misma cara de la Luna, al parecer sucede con muchos otros satélites y se debe a que la Tierra y la Luna se ralentizan la una a la otra (como lo oyen, cosas de la gravedad) hasta que ambas han sincronizado sus respectivos movimientos de rotación y traslación, algo que seguirá sucediendo a medida que la Luna siga huyendo de nosotros (4 cm/año, con la calma) y el día terrestre termine durando, literalmente, miles de horas. Así que si los días se os hacen cada vez más largos no es una impresión: es la Luna, que no entiende de conciliación de horarios laborales.

Más: hay mareas terrestres, es decir, que los países suben y bajan como las mareas (de nuevo, culpa de la Luna y el Sol, que los atraen) aunque demasiado poco como para que lo notemos. Cuando el Sol se vuelva gigante por estar muriendo, al parecer la Luna volverá hacia nosotros pero sin chocar, porque llega un punto en que la cercanía es tal que la gravedad de la Tierra la hace explotar (!) y tendremos bonitos anillos de polvo lunar, como Saturno.

Lo que sí que es una casualidad de la leche es lo de los eclipses (hasta que alguien encuentre algo más convincente que explicar las cosas diciendo "es una casualidad"), porque no me jodan: resulta que la Luna es 400 veces más pequeña que el Sol y está 400 veces más cerca de la Tierra que este, de ahí que de cuando en cuando el disco lunar tape exactamente al disco solar (si fuera más grande no quedaría tan bonito, se lo aseguro, aunque también se haría de noche de repente; y cuando es más pequeño es lo que comúnmente llamamos eclipse anular o eclipse de chichinabo).