Decía Alex de la Iglesia, en su discurso de la gala de apertura en Nantes, seguramente después de pensar en la simultaneidad de los festivales de cine español de Annecy, Lyon y Nantes (a los que habría que sumar, al menos, los de Marsella, Toulouse, Biarritz y las muestras que hay en París, así que me vengan de memoria), que tenía narices que los franceses apreciaran más el cine ibérico que nosotros mismos, y terminaba preguntándose en voz alta ante una abarrotada Opera cuántos festivales de cine francés hay en España.
Bien es cierto que el cine francés necesita menor difusión festivalera en España que el español en Francia, pues más producciones galas encuentran distribución en España que a la inversa, especialmente tras la quiebra de Colifilms.
Bien es cierto que el cine francés necesita menor difusión festivalera en España que el español en Francia, pues más producciones galas encuentran distribución en España que a la inversa, especialmente tras la quiebra de Colifilms.