29 de noviembre de 2009

El interfono

Me juré a mí mismo no volver a hablar de este tema con nadie, pero ahí vamos otra vez. Sí, ya sé: en diciembre, cuando se publique, volveremos a escuchar las clásicas tonterías tipo "pero que son radiaciones no ionizantes!" y otros "yo soy teleco/de ciencias y te digo que no son peligrosas" o "pero si hay ondas por todas partes: la radio y la tele también atraviesan tu cuerpo!", el tristísimo "todas las antenas cumplen la ley" y, el peor de todos (por la flojera intelectual que supone), el ya clásico "no se ha demostrado que las ondas sean malas", que siempre me deja tan helado por su estulticia que, sistemáticamente, olvido contestar "pero es que lo que no se ha demostrado es que sean inocuas".
Ya sabéis que hablo de una de esas causas perdidas que te hacen parecer el loco de la colina y que la gente asimila, desgraciadamente, a las vergonzantes (pero divertidas ergo necesarias) teorías de la conspiración (el alunizaje, el 11-S, Pearl Harbour, Elvis... yo las suscribo todas!). La noticia es que Interphone, el famoso estudio a 10 años vista co-financiado por la industria del ramo y auspiciado por la OMS (20 millones de libras: no es una multa de la zona azul), va a ser publicado en diciembre como tarde en noséqué revista científica. El que durante años fue el estudio al que aludían las operadoras para justificar la inocuidad de las ondas (los 2-3 primeros años no pudieron concluir una relación entre los tumores de cerebro y el uso del móvil), se ha vuelto ahora en su contra ya que, con los estudios finalizados, las conclusiones son terribles. Tal vez el retraso en la publicación se deba a que llevamos tres años sabiendo qué iba a decir finalmente el estudio, y los que lo han pagado tenían un claro interés en que se publicara tarde, demasiado tarde (hoy 4.000 millones de personas utilizan el móvil) como para que se pudiera, simplemente, dar marcha atrás, o al menos impedir la entrada de la telefonía multimedia (que es la que necesita de mayor "potencia").
Dicho esto, parece que contendrá ocho estudios y que seis de ellos concluyen que sí hay una relación de causa-efecto entre el uso del móvil y el incremento de las posibilidades de padecer alguno de los tumores cerebrales conocidos que sufren muchas de las personas objeto del estudio (casi 13.000, ningún español y tampoco niños, que son los más expuestos por la delgadez de su cráneo -de los niños, no de los españoles-, entre otros). Se apunta específicamente a quienes utilizan profusamente el móvil, pese a que el estudio ha incluido a gente que apenas llama una vez por semana (otra de las decisiones polémicas). Los que ya estamos leídos en la materia podemos imaginar que haya también una relación proporcional al uso de la red en función de su potencia: GSM, UMTS-3G, Bluetooth...
Con todo, va un representante de la Turba (en este caso la Asociación de Operadores de Telefonía Móvil) y dice que "más del 30% de los estudios científicos sobre ese asunto no han hallado ningún impacto negativo para la salud"... ¡Y SE QUEDA TAN ANCHO! Yo no sé si es que vivo en otro planeta, pero yo cuando leo eso entiendo, mediante una deducción matemática de nivel de 5º EGB, que casi el 70% de los estudios han hallado impactos negativos para la salud en el uso del teléfono móvil.
Ya sabemos cómo terminará todo esto: se quitarán las antenas más polémicas, se instalarán un montón de pico-antenas, se disimularán otras, se indemnizará a los que más griten y acaso, y solo acaso, se aumentará el umbral de lo que se considera seguro, y algunas antenas tendrán que bajar su potencia. Una victoria pírrica que tornará en derrota pues eso cerrará el debate para siempre, ya que de 2011 en adelante los que creemos que es malo para la salud caeremos definitivamente en el saco de los que predijeron la caída de la Humanidad con la invención del telar.

1 comentario:

  1. Vetusta30.11.09

    Este era una de tus entradas incendiarias? buah!

    dando la lata con lo mismo de siempre! jur

    me temo que hemos sido abducidos hace tiempo sin remedio, se ha dicho tantas veces aquello de 'pero si ningún estudio científico demuestra que son malos' que aunque ahora aparezcan dichos estudios en plan 'das una patada y salen 1000 que dicen que sí, que malo, lo peor' 'vamos' a pensar que es cosa de cuatro rojos cavernícolas que por fin han conseguido un poco de eco

    lo que yo decía sin remedio; pesimista-pesimista: ¿para qué desgañitarse si todo el mundo te toma, en el mejor de los casos, por el pito de un sereno? lo siento tengo la mañana ceniza...

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