16 de enero de 2009

España a las ocho

Observen detenidamente la foto de este bar de la Huerta del Rey oriental (es un barrio de Valladolid, para mis tres lectores no pucelizantes). Es un bar de barrio de clase media (iluminación halógena y excesiva, teles planas, madera insulsa, máquinas de tabaco, tragaperras y recreativa -fuera de plano, iluminando la cara de la chica de la derecha). El ¿mármol? está sucio, porque en los bares de España las cosas se tiran al suelo para que los camareros recuerden qué posición social ocupan. El momento es Navidad (Papá Noel colgante, arriba a la izquierda), y la hora se adivina por el tema central, que motivó el disparo. Rubén y Paloma están a punto de bajar, y Tania está esperando (justicia poética...) en la plaza mayor de Girón, a dos pasos, barrio-pueblo que protagonizará próximamente el blog.

Mi jefa da una conferencia sobre GMG, el segundo escritor vallisoletano vivo más famoso, con quien tuve en su día la oportunidad de ensalzar al Medem de 1998 y despotricar del Peter Greenaway de cualquier época, y con cuyos hijos entablé amistad en dos etapas afortunadamente diferenciadas (instituto y universidad).
Y mi primera "clase magistral" (aunque creo que era un TD), es decir, la primera en la que no tengo que esforzarme en conducir debates en los que no debo participar porque debo hacer participar a mis estudiantes, y calificarles al vuelo.
Fue para echarle un cable a quien enseña sobre los medios de comunicación, etc. Así que les di un repaso a los grupos empresariales de la cosa, durante casi tres horas (es que había mucha cera que repartir). Me gustó la experiencia. Desde luego cansa, pero lo hace de un modo más agradable de como lo hacen mis clases habituales: cuando sueltas el rollo, la presión es menor. Tuvo lugar en diciembre, y preparé uno de mis tradicionales esquemas: sé que echáis de menos mis ya míticos carteles de Alternativa, así que aquí va la joya (no se molesten en criticarme: está hecho a matacaballo y soy yo, vaya...).