Hoy es el Jonás Day: comienza el otoño y es día importante en su última e ilusa película, Volveréis. Quiero destacaros esta brevísima secuencia que me ha hecho sonreír. Situémonos: llevan justo media hora de entrevista (hace un mes en La Ventana) y le van poniendo canciones de su filmografía para comentar la importancia de su melomanía en el proceso creativo y tal: hasta ahí todo muy interesante pero estándar y anodino.
Y aquí comienza el vídeo sobre estas líneas: de pronto, le ponen una de las mejores canciones españolas del siglo XXI (cuyo videoclip realizó él), que reconoce al segundo (como todo buen nachetista) pese a que la intro no es más que un dron de nota sin melodía y, a partir de ese gesto de reconocimiento/aprobación, del niño que sabe que va a sacar un diez porque le ha caído en el examen el tema que mejor se sabía, acaba marcándose un tímido karaoke mudo (que no se repetirá con el resto de canciones) del que quedan desconectados los entrevistadores, concentrados como están en repasar lo que viene.
El plano, fruto de esta maravilla de la era youtube que
es la radio filmada, es de una composición exquisita, con la separación
simétrica de los tres intervinientes y todo el silencio (o, lo que es
lo mismo: distancia) que generan esos espacios y la propia banda sonora
de una secuencia que, justamente, bien podría formar parte de una película de Jonás,
en una pirueta lógica en la que, además de integrar en sus películas la
propia creación de las mismas, también lo hiciera con su promoción.
Porque si vamos a construir una carrera sobre la premisa de que el cine y
la vida son una misma cosa, llevémoslo hasta sus últimas consecuencias e
incorporemos la promo de una peli en la propia narrativa de la misma, ¿no?
Una casete de 60' sobre Madrid sin apenas madrileños... (El Hijo y Soleá) |