6 de febrero de 2014

Hayao Miyazaki nombra a su sucesor

Pues ya está vista la que probablemente va a ser la última película de Miyazaki, The wind rises. Ya lo dijo cuando estrenó esta hace más de 15 años, y también con esta. Para cuando lo sugirió con esta y con esta otra, ya nadie le tomaba en serio. Pero esta vez parece que sí, aunque de nuevo haya sido la película más vista del año en Japón, sin sorpresas.

Hideaki Anno es el director de Evangelion, un anime que me tiene obsesionado desde hace diez años (pese a lo cual sigo siendo incapaz de escribir sobre ello, y eso que es, como mínimo, el Twin Peaks del anime, ahí es nada: la serie que le dio la vuelta a todo lo anterior y que, como las grandes obras de verdad, no creó escuela, porque nadie fue capaz ni de imitarla), con extensas lecturas de todo tipo en los escasos idiomas que comprendo (portugués leído, italiano leído, catalán leído, gallego leído, murciano leído, ya saben). Pero también ha dirigido recientemente un corto del estudio Ghibli (el de Miyazaki), con las criaturas que creó en 1984 para la ópera prima de Miyazaki, Nausicaä (donde trabajó como animador), pero muy en la vena narrativa de Evangelion, con esos rótulos que dialogan con la voz en off (servidor encontró una versión subtitulada en el emule) tan típicos de la mejor serie de animación de todos los tiempos.

Hideaki Anno es también el actor de voz (como actor real ha aparecido en joyas recientes del cine japonés como The taste of tea de Katsuhito Ishii) que presta la idem al protagonista de la que, como decimos, parece el ajuste de cuentas final de Miyazaki con sus obsesiones (los aviones y todo artefacto capaz de desafiar la gravedad), pero que también cruza, voluntaria o involuntariamente, con las del propio Anno (los trenes, entre demasiadas otras). Quizás no se ha hablado lo suficiente de esto, pero The wind rises (Kaze Tachinu para los amigos) es el nombramiento formal de Anno como sucesor de Miyazaki.

Anno le está pidiendo a Miyazaki muy insistentemente permiso para hacer una secuela de Nausicaä cuando termine su revival cinematográfico de Evangelion. Durante años el discípulo fue uno de los mayores críticos del maestro, de quien decía que tras esta película inaugural se había desviado, infantilizado, enñoñado y, lo peor, moderado (no le falta cierta razón). Pero si algo han compartido siempre, además de esa obsesión por los medios de transporte, es la fijación sobre los personajes femeninos fuertes.

Veremos qué hace Anno con toda esta herencia difícil de digerir. Cómo superar al autor de 4 de las 9 películas más vistas de la historia en (que no de: tela) la segunda potencia mundial?

Presión, lo llaman. Para un tío cuya forma de exorcizar una larguísima depresión a medio curar (recayó durante la serie) fue crear la historia animada más impactante del archipiélago nipón, primero hemos de esperar que sea capaz de soltar Evangelion, algo que no está nada claro que pueda hacer. Yo espero que no, desde luego, ya que en el año que viene, 2015, es cuando tiene lugar la serie. Año santo, tal como opinan los chalados que están comentado toda la obra plano a plano.