19 de noviembre de 2012

Resumen musical 2001 ~ 2010


01 The White Stripes 2003 Seven nation army
02 Franz Ferdinand 2004 Take me out
03 Clap Your Hands Say Yeah 2005 The skin of my yellow country teeth
04 Bloc Party 2005 This modern love
05 Phoenix 2009 Lisztomania
06 Daft Punk 2001 Aerodynamic
07 Arcade Fire 2004 Rebellion (lies)
08 Sebastien Tellier 2004 La ritournelle
09 Crystal Castles 2010 Vietnam
10 Los Planetas 2007 Alegrías del incendio
11 Extremoduro 2002 la vereda de la puerta de atrás
12 M 2003 La bonne étoile
13 Yann Tiersen 2005 La jetée
14 Vincent Delerm 2004 La natation synchronisée
15 The National 2009 So far around the bend
16 Animal Collective 2009 What would I want? Sky.
17 Beirut 2006 Elephant gun
18 Bon Iver 2007 Skinny love
19 Cat Power 2006 The greatest
20 Mumford & Sons 2009 Awake my soul
21 Sufjan Stevens 2005 Chicago
22 Sigur Rós 2002 Samskeyti
23 Weezer 2001 Island in the Sun

Los enlaces llevan a los recopilatorios en los que utilicé originalmente estas canciones. El título del disco remite al sample más importante de toda la década pasada.

Ejercicio suicida donde los haya, el recopilatorio con condiciones es el reto más absurdo al que todo melómano debe someterse cual Lars Von Trier del rock al menos una vez en la vida. Por supuesto el resto de compilaciones tienen sus propias restricciones (las que siempre fueron la marca de la casa: no repetir canciones, so peligro de clasificarse como off -fuera del catálogo; no abusar de los hits, primando la cara b, la rareza o el single foráneo al álbum; y luego las normas específicas a cada colección, como la serie de los Cafés, la de las ciudades, etc.), pero aquí el riesgo es someterse a una norma tan arriesgada como sincera: hacer un disco con las 23 canciones de la pasada década que más he escuchado en estos últimos 12 años. Sin poder descartar y sin poder añadir.

El proyecto en realidad no empezó por ahí: en un primer momento era mucho más ambicioso pues Chilled Records, en toda su grandilocuencia, pretendía nada menos que hacer un best-of de la década, juntar en un solo CD las 20 mejores canciones de un periodo de 10 años, algo absolutamente inasible. Hace ya tiempo que di por muerta esta idea, como tantas otras (Versalles, Granada...) pero recientes decisiones que anunciaremos pronto me han movido a darle un último impulso y resucitar la cosa y, vaya, al final ha quedado mejor de lo que jamás pensé que podría quedar (está feo que lo diga yo pero no soy Antonio Luque y no me dedico a decir yo las cosas malas para que el periodista tenga que decir las buenas).

Lo que más me gusta de todo esto es que, pese a la brutal sinceridad a la que te obliga una obstrucción como esta, he podido constatar que no tengo ninguna Rihanna que confesar: asumo todas y cada una de las 23 canciones como muy buenas canciones, cada una en lo suyo. La otra gran dificultad ha sido mezclar un disco con tantas canciones tan conocidas y tan quemadas y no sacar un recopilatorio quemado a su vez.

Ni que decir tiene que este disco espeja con la traicionera función de los iPods/iTunes/iEtc que desvela, con un simple click, las 25 canciones más reproducidas en la biblioteca de cada usuario. Descubrí esto durante unas frías navidades pucelanas, en la época en la que en España todavía decíamos 'ipod' y no 'aipod', gracias al -fracasado- intento villaverdino de poner a la hermana pequeña de una de nuestras colaboradoras en evidencia.

Como decíamos, estas son las canciones publicadas entre 2001 y 2010 que más veces he escuchado, sin repetir grupo eso sí, y cargándome algunas demasiado largas o que se alejaban demasiado del rock o de las estructuras del pop, como el mejor tema de jazz de toda la década  (2003). También podía haber metido versiones alternativas, directos o remezclas, pero la idea era tener un disco lo más obvio posible y renunciar, por una vez, a seleccionar la canción difícil de encontrar en beneficio de la más absoluta claridad e inmediatez.

Sin duda el punto fuerte es cómo juego con los encadenamientos, que me han quedado todos fetén salvo la entrada y salida forzadas de Crystal Castles (no había manera de encajarlos pero tenían que estar) y el pegote final de Weezer que hay que tomarse como el típico bonus track que rompe la armonía del final del disco: la honestidad mandaba. El resto, como digo, parece que hubiera sido grabado originalmente así (bueno, igual exagero un pelín).

En cualquier caso la primera mitad del disco levanta cualquier fiesta (hasta la pausa Tellier), puesto que reproduce mi etapa nunca me entero/lentejas (el resurgir del rock de guitarras a principios de década, al que yo llegué tarde y del cual me salí pronto), mientras que la segunda manda a casa a los invitados pesados que pretenden alargarla hasta las tantas.

Para los estadistas: EEUU 10 Francia 6 España 2 Canadá 2 Reino Unido 2 Islandia 1, y eso que yo siempre paso por ser el pro-británico frente a Paco el pro-americano en el gran duelo de naciones de rock anglosajón... Observarán, por cierto, que de muchos de mis favoritos de los 90 (Portishead, Björk, Radiohead, Alpha, Archive, Massive Attack, Blur, Oasis, etc.), ni rastro de sus discos de los años 2000: para que no digan que no me renuevo.

18 de noviembre de 2012

El deshielo de Chilled Records?


Siguiendo esa constante necesidad de darle un sentido narrativo a la existencia de las cosas, me atrevo a decir que las características de los tres recopilatorios anunciados tiempo ha les hacen candidatos a ser los últimos que vean la luz.

No es la primera vez que amenzado con cerrar Chilled Records y quizás no sea la última (lo que me convertiría en un Michael Jordan, Lance Armstrong o Michael Schumacher cualquiera, y no me dejen poner ejemplos de rock porque entonces esta entrada no terminaría nunca), pero sí es la primera vez que lo veo con mayor nitidez y que existe la posibilidad real de que todo esto eche el cierre (y cuidadín con que la onda expansiva no afecte a Tunantes), ya que llevo rumiando la idea durante más tiempo que otras veces.


CR ha vivido diversas mutaciones (el cambio de las casetes a los CDs/descargas -pero sigo escuchando las cintas aquí en Nantes, no teman- o la perdida de los dos colaboradores más prolíficos, origen de las primeras dudas sobre la continuidad de la cosa) pero también ha mantenido unas constantes (discos de ciudades, bests-ofs de grupos, resúmenes del año, colecciones y series, monotemáticos sobre canciones...) que daban fe de su solidez (vaya, parece que estuviera buscando inversores: no se preocupen, el servidor lo paga mediafire).

Spiritualized: otro proyecto de largo recorrido...









Sin embargo, en los últimos años, la mayoría de recopilatorios giran en torno a las novedades del momento y bueno, servir de filtro cuando se posee el excelso gusto melómano que me conocéis siempre está bien (por aquello del servicio social y tal), pero a uno no le motiva demasiado (el introvertido que ha agotado su energía, según esta excelente viñeta). Hasta hace bien poco lo que tiraba del carro eran las ganas de demostrarme que podía terminar el permanentemente aplazo por ambicioso y por lo tanto imperfecto triple recopilatorio (toma pitchforkazo) de grupos de Nantes, ciudad que vive una soterrada explosión musical en la actualidad y que, siendo justos, merecería una segunda parte (es decir, una cuarta) que incluyera todos esos nuevos grupos que adoro y que ni siquiera aparecen en mis discos. Pero Nantes/Naoned me dejó exhausto y sin ganas de seguir con los que se han quedado en la cuneta (Granada, Versalles...).

Como decía, en los últimos años ya no tengo ideas nuevas para recopilatorios, es decir, conceptos de los que partir (para al final poner a los mismos grupos de siempre con la excusa de la agrupación temático/narrativa pero eh, qué quieren) y me estoy limitando a materializar las que llevaban tiempo en el cajón. Además, nunca fui fan de hacer discos sobre ideas no musicales, aunque recientemente hemos albergado dos glorias en la forma de Night (canciones que incluyeran la palabra en su título) y del vacazulesco Quiero ser Santa (con motivo de la visita papal a Madrid) para contradecir lo que acabo de enunciar. Esta falta de ideas de recopilatorio nuevas no quita para que estos años me hayan ido curtiendo: precisamente pienso que la mayoría de mis mejores discos los he sacado recientemente (fácil de decir por la imposibilidad de distanciamiento), y ahí están Our nature is not a trap, CR11, Tú lo nievas o los Lord 2 y 3 para demostrarlo.

Es muy probable que CR tal como lo conocemos desde 1999 desaparezca, porque de lo contrario estamos abocados a reconversión (ahora ya no voy a tener tiempo de echarle tantas horas) y miren, yo lo de hacer listas de Spotify, qué quieren que les diga, como que se lo dejo a los débiles. Otra opción, mucho más noble pero igual de absurda, es la de hacer mixtapes en un triste mp3 sin separar las canciones: hay muchos francamente buenos, y vienen bien para descubrir cosas o para admirar la pericia de tal o cual indie kid pero la verdad, estamos en 2012, en pleno boom del html5, de la computación distribuída y tal, y aquí hay señores que te plantan un mp3 de 90 megas que tienes que ir escudriñando a mano para encontrar la canción que buscas, como cuando aún no había llegado el CD, se acuerdan? Puedo entender que quizás se haga por temas legales o porque quieren obligarte a oirlo en orden y de una sentada, objetivo tan loable como utópico hoy en día (aunque yo comparto esta idea de disco, con principio, final o caras A y B, no toco el bajo de espaldas y entrego los mp3 ya cortados y etiquetados).


Siendo así, el calendario nos arroja un escenario en el que noviembre o diciembre debería ver el final de mi etapa psicodélica con el tantas veces postergado best-of de mis adorados Spiritualized (sin Spacemen 3), a lo que unas semanas después (el 31 de diciembre, acompañado como es costumbre de la ansiada lista de los mejores discos de 2012) debería unirse el clásico resumen de lo mejor del año (para cerrar de una vez mi fastidiosa tendencia de esta década entrante de no utilizar más que canciones recién publicadas. Luego ya habría que esperar hasta, digamos, mayo de 2013, para que el círculo se cierre con el unsingles de R.E.M., disco con las mejores canciones que no fueron sencillos y que espeja con una de las primeras cintas que publiqué en aquel lluvioso septiembre vallisoletano de 1999. Así que ahora que ya lo saben: les quedan aún unos meses para entregarme sus recopilatorios si tienen alguno en mente. A menos que de aquí a entonces decida que, con la mayor literalidad posible, esto es lo que realmente me da de comer, como buen introvertido que soy.

9 de noviembre de 2012

3 de noviembre de 2012

Godspeed You! Black Emperor VS Nanchester

Dos baterías, dos bajos, tres guitarras, un violín y cero cantantes: enumerar la alieneación del grupo canadiense faro del emblemático sello Constellation da ya una buena medida de a qué pueden sonar los GY!BE en su triunfal regreso tras ocho años de proyectos paralelos menos interesantes. Yo siempre fui más de Mogwai, que son más comerciales (también hay distinciones en el post-rock, no crean), pero estos ayer me impresionaron lo suyo. Pero primero:

Desde la recién terminada Seminci me llega, vía Ana y Rubén un precioso disco de la enésima colaboración de Occidente con músicos de Mali, auténtica patria africana del rock y lugar probable de nacimiento del mismo, o al menos de la corriente musical que inspiró a los negros americanos a crear el blues, padre putativo del rock. Esta vez Occidente pone una trompeta de jazz nocturno (sí, hombre, eso que tocaba Miles Davis, así como una suerte de trompeta ronca y solitaria) y el maliense lo de siempre, la voz estupenda y sobretodo la guitarrilla esa tan típica cuyo nombre debería conocer.

Ayer estuve en el evento central del festival de música indie que tenemos en Nantes, el Soy Festival, al que casi nunca voy porque no conozco a los grupos (imagínense: es que es indie en el sentido primigíneo del término) o me tientan poco. Como bien dijo cuando pasó por aquí JD Beauvallet (acaso el crítico francés de rock más importante que ha habido jamás) explicando la mutación de los Inrockputibles en semanario sociológico, la música ya no es tan importante para la gente (ni para los jóvenes siquiera) como lo podía ser en los 70, los 80 o incluso los 90: esta es la razón que explica porqué el post-rock de hoy no se considera tan relevante para la historia de la música como lo fue el rock progresivo en los 70. De ser así, Godspeed You! Black Emperor serían hoy considerados los Pink Floyd de nuestra era (lo que convierte a Mogwai en los David Bowie de la actualidad, supongo con cierto vértigo).
Pero ay amigo, la música ya no es más que un ocio como cualquier otro, como ir a patinar, y por eso GY!BE son más bien tirando a desconocidos por el gran público. Y digo el gran público, porque ayer el grand atelier del Lieu Unique (la sala más chula de la ciudad, sin duda, con sus alfombras, tablas recuperadas de madera colorida, sus dimensiones tipo fábrica -porque lo era- etc aunque creo que es solo la segunda vez que entro, tras el concierto de los Young Marble Giants en 2010) había mucha más gente que para ver a los Pains que son, en principio, más populares. De hecho no quedaban entradas y eso que rozaban los 30 eurazos: me cuesta entender que más de un millar de personas acudan a un concierto de los GY!BE en una ciudad de provincias y sólo puedo explicarlo porque se presenta en el marco de un festival (palabra mágica donde las haya y que va camino de vaciarse de contenido a velocidad 'convivial'...) y/o porque Nantes vive una soterrada explosión musical, como vengo diciendo aquí desde hace tiempo. Al parecer su concierto de 2003 en el Olympic ya fue mítico, tanto que puede encontrarse en la red. Ayer tocaron durante dos horas y creo que no cayeron más que cinco canciones...