24 de junio de 2010

Tenía que pasar...

Hoy, por fin, unos Testigos de Jehová me han parado por la calle (yo pensaba que sólo llamaban a tu puerta...) para ofrecerme hablar de Jesús! Llevar la camiseta del grupo cuyo ratio influencia/popularidad es el más acentuado de la historia reciente del rock se presta a estas confusiones. ¡Qué vuelva el rock cristiano!

Por fin vuelvo al cine: sensación muy extraña ver la película que me faltaba de Terrence Malick (con Richard Gere en el papel de su vida) en una versión restaurada y proyección digital, con sus bordes de pantalla perfectos y sus subtítulos raros que se parecen a los del ordenador. Imagen demasiado nítida y contraste alto para una película rodada en 1978, con los extraños que hace lo digital en las escenas nocturnas. Aún no sé qué pensar. Desde luego cambia la forma de percibirlo. Hay un efecto tele similar al que se produce cuando te proyectan un DVD en un cine, pero sin los evidentes problemas de calidad de esta segunda opción. La ausencia de granulado en la imagen la hace más fría, pero sin duda se ve mejor.
Claro que el día antes vi Mammuth, rodada probablemente en 16mm (e hinchada a 35) y que está en las antípodas de lo que estoy diciendo puesto que bate récords de granularidad. Banda sonora del cabecilla de Louise Attaque para el dream team del Groland y amiguetes.