1 de abril de 2010

Resumen 20º Festival de Nantes

El taller lo empiezo ya, pero Victor Erice es demasiado para la muchachada así que caerán otras más accesibles.

Este año la sección paralela del Festival (Ópera Prima) era más fuerte que la principal (Julio Verne), donde salvo Los condenados o La mujer sin piano (y acaso la estimable After, gran incomprendida de esta edición), el resto palidecía ante las joyacas de directores nóveles como son Tres días con la familia, Pagafantas, Las dos vidas de Andrés Rabadán, La vergüenza y Ander, acaso la mejor película del Festival. En documentales, a falta de la finísima visión sobre la locura que es Una cierta verdad, nos conformaremos con la notable Radio Colifata (cine manuchaoista) y Mónica del Raval, que debería haber sido programada en la Nuit Fantastique porque es muy Absurde Séance y recibió merecidamente el premio de esta sección. El ciclo Navarra ha servido fundamentalmente para que la gente viera los sanfermines en 3D y descubriera buenos documentales recientes como Nomadak Tx, Lucio y, por encima de ellos, El cielo gira. Mis diez favoritas de la competición:
1 Ander OP
2 Los Condenados JV
3 Pagafantas OP
4 Tres días con la familia OP
5 Las dos vidas de Andrés Rabadán OP
6 La mujer sin piano JV
7 LT 22 Radio Colifata DOC
8 La vergüenza OP
9 After JV
10 Mónica del Raval DOC
Mar Coll y Borja Cobeaga: la renovación del cine español.

En lo que a mí respecta, he llevado a un montón de grupos de personas distintos a ver múltiples películas, lo que ha aumentado una carga de trabajo y estrés ya de por sí altos. El tener un móvil durante 14 días no me ha ayudado a relajarme. He tenido mucho más trabajo que otros años: invitados y copias de las películas. "O sea: todo" en palabras de Cobeaga. Además de todas esas pequeñas cosas que van surgiendo si estás en el momento y lugar inoportunos, así como algunos madrugones para sesiones escolares. Y eso que soy un mindundi porque la carga total de trabajo es tal que las quince personas que hay son claramente insuficientes. Lo mío no es nada en comparación con lo que hacen los cinco que están en esto durante todo el año. En lo personal, me siento orgulloso de haberle preguntado por la polémica sobre el cine de los museos a Alain Bergala y de alguna otra intervención en los encuentros con el público. También ser intérprete de Bajo Ulloa tiene su aquel. Y luego los chascarillos habituales de la Comisión de Festejos: que si Guillermo Toledo te invita a una copa diciéndote "esta vez no te rajas, eh?", que si le presentas a Alberto San Juan a su propia novia (conscientemente), etc. Pero, por encima de todos ellos, me quedo con haber conseguido llevar a Mar Coll y a Borja Cobeaga al café franco-español, que ya cuenta además con un nuevo récord: las siete de la mañana. Y cuando me fui a la cama, él aún seguía ahí.